“Elena, La Mujer que nunca Tuve”. Resumen de la 6ta entrega. (Pag.51-60 del diario).

Resumen de la 6ta entrega.

-¿Hombre?, -¿Si Elena?, - Gracias por traerme de nuevo a tu casa camporal que está acompañada de lagos, ríos, flores, animales y de mucha armonía, - ¡¿Te gusta mucho este espacio Elena?!, -¡Sí!, ¡es qué no sé!, tiene como algo especial que te atrapa y hace que te quedes sin pensarlo, que te hipnotiza de una forma alegre, que te hace ver aquello que aún no existe pero que pronto puede suceder; - ¿Y tus sentidos cómo se equilibran con esta casa Elena?, - Al principio es confuso, y es entendible porque estamos siempre con los ruidos de la vida, pero aquí cuando logras oler la madera hace que tu mente descanse, y ese olor a miel que brotan de los panales es como la felicidad de cuando entregamos el amor sincero sin que este sea condicionado, sino libre y fuerte; la paz de los lagos y esa corriente de los ríos al igual que su perfecta temperatura te hace olvidar de la metrópolis, y que si no estamos atentos nos puede comprimir hasta la libertad, y sobre todo si se trata de relacionarse con personas que consigues llenas de estupideces que hablan cuando son ignorantes de lo que realmente los está llevando a su máxima degradación; el humo de la chimenea es tan auténtico que te ayuda a vincularte contigo mismo para mejorar, solo que ya sería decisión nuestra querer aplicarlo desde el fondo del alma; el sonido de los grillos es una ópera a la hora de dormir, la brillantez de la luna es tan relumbrante que el espíritu llora para verla de cerca y besarla una vez más; disfruto mucho cada vez que vengo, yo quería comprar una casa en el campo y alejarme de los ruidos, pero terminé en un ambiente donde creo que yo soy libre, y lo único libre es el mar que baila frente a mí, vivo moviéndome, pero nunca estoy completa, o al menos eso creo; ¿Hombre?, -¿Si Elena?, -¿Por qué compraste esta casa?, ¿has traído a otras mujeres para acá antes que yo?, ¿cuándo te pierdes y no sé de ti estás aquí?, -Elena, ven conmigo, acerquémonos hasta este árbol que se encuentra frente a nosotros, ¿qué dice ahí?, -“Si a su momento llegas a conocer a una persona difícil de amar pero que tiene todas las cualidades de un buen ser humano, no la ignores, solo dale paz”, -Esto quiere decir que tú eras difícil, -Y por eso aún la tengo. Después de la conversa nos fuimos a la cama, pero antes de llegar Elena se desmayó, creo que “La Paz” empezaba a afectarle.

Al momento en que Elena se desmayó por la obsesiva paz que se encuentra en esta casa ubicada en el campo solo la alcé para llevarla a la cama y le puse mis dedos cerca de su nariz para ver si su respiración seguía dentro de lo normal, le quité toda la ropa para colocarle su pijama preferida, un mono verde con una blusa blanca con un mensaje subliminal, “soy libre aunque me cuesta creerlo”, y dentro de los pequeños trozos del amor le di unos besos en sus labios como si el beso curara lo que la ciencia no puede, pero que si lo hacemos con sinceridad quizás el milagro ocurra; más tarde después de ver su belleza prendí un incienso para que de alguna forma pudiera eliminar cualquier energía que estuviese cerca de su cuerpo etérico, y a pesar de que yo sé que este desmayo fue debido a la buena calma que existe en este lugar me sentí un poco asustado, no quería perderla a pesar de que somos libres, éramos dos personas que compartían las buenas y las malas experiencias de la vida, que se buscaban para sentir el calor por las noches, que de vez en cuando estaban juntos por semanas para saber que existían y vivían dentro de un vacío que era llenado con el afecto de cada quien, y en el medio del susto reflexionaba acerca de eso y me reía porque una vez le dije a Elena que “un águila no se detiene ante el amor al menos que este vuele cerca de él”, pero el amor te pone retos y más aún cuando sabes que al fin te has enamorado, porque Elena para mí no era un alma gemela, ni una llama gemela y muchos menos un alma kármica, Elena para mí era lo que nunca pensé amar, y aunque al principio se trataba de una aventura todo cambió cuando vi que era distinta en todos los aspectos de amores del pasado, y muchas veces yo era el que hacía el papel del maestro, y otras era ella la filósofa y la pintora, y es cuando pensaba que si el destino me la llegara a quitar el águila tiene que transformarse para que su vuelo no pierda el balance. Al rato llamé al médico del pueblo para que viniera a verla, y este me comentó que todo estaba bien, solo que cuando alguien no está acostumbrado a que la armonía reine en su alma es cuando esta hace lo que sea para mostrarse rebelde entre espacios tranquilos. A las horas Elena se levantó y se puso a mi lado, y le pregunté, - ¿Cómo te sientes?, - Aceptando tu paz, gracias por no rendirte.

Me había levantado de un sueño profundo en virtud que me desvelé toda la noche cuidando de Elena, y a pesar de que el doctor me dijo que ella estaba bien yo me puse atento para que estuviese lo más segura posible, pero al levantarme no la vi por ningún lado en la casa camporal, así que deduje que ella salió un momento para darle respiro a su bella alma, al rato desayuné y tomé las maletas para empacar todo ya que habían pasado cinco días de relajación y era momento de volver a la metrópolis y seguir con los compromisos que de alguna forma nos siguen atando a la realidad, porque en este mundo por más que seas libre siempre hay algo que te hace cumplir para que eso se convierta en algún tipo de ganancia para derrocharlo en necesidades, y a eso le damos el nombre de “dinero”, una excusa más de la prisión de lo mundano para que una parte de lo que somos quede como una carga energética sobre lo superficial de la vida, y aunque este papel no hace la felicidad es irónico que se utilice para que todo funcione dentro de esa prisión que nace desde el origen de las etiquetas, estatutos, y estupideces, lo importante es buscar cómo ganarlo desde el gusto mas no de la obligación, porque cuando se hace algo desde el arte la calma ronda por tu esencia, pero cuando te sientes obligado a querer hacer aquello que no te apasione pero que lo haces debido a que por ahora no tienes otra opción es cuando la esencia vive atormentada queriendo escapar y solo correr hasta que ocurra un milagro que te glorifique la mente, solo que cuando corremos no nos damos cuenta de lo que está escondido, y cuando estaba analizando sobre el tema de los escondites vi una nota de Elena pegada en la puerta que decía, “Si no ves es porque no estás buscando ni sintiendo desde tu alma, si ves y encuentras, es porque creíste desde ese destino que se hace casualidad en la vida, pero la “casualidad” es solo un plan de algo superior que aún no entendemos, tal como el origen de la creación, y no queda de otra que solo creer”, así que salí para ver en dónde estaba ella, fui al lago y no la vi, recorrí el bosque y nada, y cuando vi a un hombre con una niña y un zorro le pregunté si había visto a una mujer morena, cabello por la cintura, ojos café, y de un metro ochenta y uno de alto, y me respondió, - Vi una hermosa dama tan desnuda como la verdad viendo el horizonte, ¿ella es tu mujer?, ¿o es parte de la creación?, - No, ella solo es Elena.

Agradecí al hombre que venía bajando de la montaña con una niña y un zorro de color negro el haberme informado en donde se encontraba Elena, y de repente esta niña salió corriendo a mis brazos y me abrazó como si nada, yo me agaché para verla a sus ojos y le sonreí como cuando lo hacemos al ver un milagro de la vida, podía sentir la mirada de un ángel calmando mi esencia, y le pregunté, - ¿Cómo te llamas?, - Me llamo como uno de los arcángeles que dieron batalla contra los males al principio de la creación, solo que se le debe agregar la letra “A”, -¿Te llamas Gabriela?, -Es correcto, -¿Y por qué me abrazaste?, -Sentí que le faltaba una muestra de amor puro, o solo tal vez es que en la otra vida nos conocimos, -¿Y qué hacen ustedes por aquí?, -Mi papá por cariño tiene una casa en la colina, -¿Esa no es la que dice Nro.01?, -Exactamente, -¿Y por qué anda con ustedes ese Zorro Negro tan grande?, -El perdió a toda su familia, -¿Y tu mamá?, …no llores mi niña, discúlpame el atrevimiento, -No se preocupe señor, solo que yo perdí a mi madre en la guerra… [-¡Gabriela vamos!, tenemos que irnos, se nos hace tarde para llegar al templo sagrado del núcleo]… -¡Vete ya Gabriela!, eres una niña muy hermosa, ¿qué edad tienes?, -La misma que se lee al revés y al derecho, -¿6 o 9?, -Nueve, ¡adiós señor!, ¿le digo algo?, -¡Claro!, todo lo que quieras, -Busque a esa mujer, ella lo ama desde el alma, solo que aún ella no le dice esa verdad porque a veces la distancia hace que uno oculte cosas en el inconsciente, -¡Guao!, veo que tienes algunas sabidurías en tu bella conciencia, -Es que yo leo mucho señor, -Adiós Gabriela, -¿Señor?, -¿Si mi niña?, -¿Lo veré otra vez?, -Cuando veas una estrella grande brillar en el cielo es porque estoy cerca de ti, -¡Qué casualidad!, -Eso mismo le dijo mi papá por cariño a un niño que estaba abandonado en el medio de la misma guerra y que lo llevó a una casa de cuido social, -Todo es así Gaby, ¿otro abrazo?, -¡Sí!, ¡nos vemos señor!, -Adiós hija, -¿Por qué me dijo así?, -Es un decir, soy de la Latinoamérica, -¡jajaja!, con razón, adiós. Cuando la niña se fue me quedé loco del gran parecido que tiene con Elena, al rato fui a buscar a esta mujer y volvimos a la metrópolis, y de repente la vi mirándose en un espejo y me preguntó, -¿De haber sido yo madre tendría otras perspectiva acerca del mundo?, -Elena, el amor que proviene de nuestro ser es inaudito, pero cuando ese amor crea una vida la razón de nuestra existencia cambia por completo, tanto es así, que lo que hoy parece algo estúpido, mañana, ya ni le haces caso.

-¿Amor?, -¿Si Elena?, -¿Estás ocupado?, -Estaba escribiendo algo acerca de “La Paz”, ¿todo bien?, -Sí, solo quería saber si estabas dispuesto para salir un rato al parque y confesarte algo que viví anoche de manera dimensional, aunque no sé, estoy confundida, -Las confesiones siempre son buenas ¿verdad?, - Es cierto, ¡¿vamos?!, -¡Si me das un beso!, -¡¿En dónde lo quieres?!, -¡¿Es una pregunta abierta o limitada?!, -¡Bueno!, la cuestión es que como estamos vestidos se hace limitada, -¡jajaja!, perfecto, dámelo donde tu corazón lo dicte justo ahora. Resulta que esta mujer me dio un cálido beso en toda la frente, y cuando me pongo analizar acerca de este tipo de beso es porque cuando alguien lo hace se debe a que el alma de esa persona siente por otra amor, respeto, admiración, seguridad, confianza, apoyo, y entendimiento; así que recogimos algunas cosas como para hacer un picnic en aquel parque que tanto le gusta a Elena a razón de que este se ubica a pocos metros del Bar Café “Mundos Adversos” donde nos conocimos sin que nadie interfiriera entre nosotros (aunque ella ese día interfirió con mi desayuno), pero fue divertido que pasara ese evento, ya que al apreciarla lo primero que me llamó la atención de su hermosura fue la brillantez morena de sus piernas hasta que el universo que yace en mí hizo que al séptimo día nos viéramos tan desnudos como la verdad que es ignorada por quienes no saben andar con ella agarrada de la mano, pero nunca pensé que su cuerpo se transformara en gusto, y el gusto en compartir, y el compartir en amor, y esto dio origen a eso que tanto yo tuve y no quería volver ni que el mundo se extinguiera, “una relación estable”, y no era por miedo, sino que no todos saben convivir libremente desde la estabilidad en conjunto, pero a medida que nos conocíamos lo secretos aparecían como si nada, pero eso está bien, nos mantiene activos. Al llegar al parque tanto Elena como yo pudimos relajarnos con la naturaleza, y le pregunté, -¿Me dirás tu confesión?, -¿Te recuerdas de aquel sueño que yo tuve donde me desdoblaba hacia el cuarto de alguien?, -¡Sí!, -Ayer me pasó otra vez, solo que no fue un sueño, fue real, mi espíritu se desdobló y yo me asusté, ¿qué crees tú que sea eso?, -¿Conoces a esa persona?, -Personalmente no, -Ok, ¿sabes qué creo Elena?, -¿Dime?, -Que tu alma quiere estar en ese espacio, -Pero es que yo te amo, -Tranquila, quizás no seas tú la que va, sino la que fuiste, -¿Cómo así?, -Como el amor de tu vida pasada, -No te quiero perder, -Ni yo, solo queda vivir, es lo que importa.

Elena y yo nos habíamos distanciado un poco después de aquella visita que le hicimos al parque que tanto a ella le gusta, regresamos cada quien a su vivienda debido a compromisos con la bendita y desagradable realidad, labores, diligencias, arreglos, mantenimientos, atenciones hacia los seres queridos como familia, amistades, poner en orden las cosas que dejamos para otro día, limpiar el espacio donde uno duerme, botar la basura, comprar ciertas dispensas, algunos que otros adornos, inciensos, una taza de café distinta para darle otro toque a ese líquido amargo que se endulza si lo decidimos, etc… pero cuando llegaba la noche me parecía extraño no escuchar la voz de esa mujer, o dejar de apreciar su rostro y rara pollina que al verla la acariciaba con mi dedo índice de la mano derecha, al igual que observar y palpar su físico que es tan delgado como la unidad de una pasta, pero que al digerirlo es tan especial que siempre uno quiere otra ración de lo que se sirve con gran afecto, y eso se debe a que quién lo come siente alegría y admiración hacia quien le sirve sus verdaderas emociones. Se puede decir que antes que yo conociera a Elena podía estar de lo más tranquilo con mi amante soledad, ya que ella no te interrumpe, no te critica, no te regaña, no busca atenciones, no requiere de abrazos, besos, y no te anda preguntando “¿vamos a salir?, ¿qué haces?, ¿cómo te fue hoy?, ¿por qué te gusto?, ¿por qué me amas?, ¿soy hermosa?, o ¿por qué existimos?”, nada de eso; por tal motivo la soledad era la mejor mujer que hasta hace poco yo tenía, pero el destino es tan necio que a veces le pone a uno lo que el corazón y la mente requiere; y cuánta verdad tuvo el destino, pues ahora me encuentro yo solo en este espacio y no hago otra cosa que pensar en aquella mujer llamada Elena, y estoy más que seguro que en ningún momento yo le dije a esta bella alma que tratáramos de hacer una vida juntos, quizás ella espere esa proposición de mi parte como quizás la duda que aún tengo me frene a querer decirlo; somos dos adultos que han pasado por historias llenas de pasiones, enamoramientos, decepciones, engaños, y de forzosas despedidas sin que la palabra “adiós” saliera de nuestras bocas como tratando de evitar lo que la conciencia ya sabe pero que la terquedad lo niega por hermosas esperanzas; y yo espero que Elena no sea otra invención de mi mente, porque me he enamorado de ella, y sé que existe porque la he besado y he dormido con ella… [-rinnn]… -¿Aló?, -Te pienso, te escucho, y te veo, -¡¿Elena?!, -Sí, soy yo.

Al recibir la llamada telefónica de aquella mujer que me atrapó en sus redes emocionales y sentimentales mi corazón sentía un regocijo de su existencia, y no es porque antes no me alegraba de dicha existencia cuando estaba solo; de alguna forma lo ermitaño en mí no me hace mal en virtud que aprovecho cada segundo de la vida para darle creación a cualquier oscuridad desde esa luz que emerge sobre preguntas insignificantes tales como: ¿Por qué hago lo que hago?, ¿por qué escribo lo que siento?, ¿por qué pienso lo que aún no está en mis manos?, ¿por qué dibujo lo que me llega como una mensaje del más allá?, ¿por qué la música es el poder más grande después del amor?, ¿por qué aún veo hermosura ante humanos que en su gran mayoría ya ni saben vivir?, ¿por qué el mundo para algunas personas se divide en dos partes entre el infierno y el cielo?, ¿por qué la sonrisa de un niño, el abrazo de dos personas que se aman, el beso de una madre o de un padre que le da a sus hijos, los afectos dados entre animales y humanos, el árbol que da su fruto, la ola revoloteando sobre la arena, la flor que le da el toque necesario a cualquier ambiente, o el vuelo de una gaviota por encima de la basura se hace tan especial y esencial para que la existencia del todo aun te motive a sonreírle a la vida aunque esta vida esté cerca de las crueldades que yace como un submundo del humano que aún cree en que este lugar se divide entre el amor y el odio?, y al hacerme estas preguntas a veces también me inquieto cuando me pregunto ¿qué sería de Elena si dejara de pensarla, de amarla, o de tocarla?, pero en sí cada pregunta que nos hacemos es lo que nos hace querer vivir si le damos algunas respuestas con algún sentido lógico o con algún disparate que nos lleve a una estupidez de los desacuerdos para limitarnos y no ser felices con lo que aún nos impulse a ver lo hermoso de la vida; y es que no se requiere de mucho conocimiento para descubrir que todo lo que pasa tiene una razón de ser, y aunque a veces se nos haga difícil aceptar estas filosofías tan trágicas y bellas del universo es más que tácito para que todo lo que somos se haga en un balance dentro de la puta y preciosa imperfección. Al cabo de catorce días sin ver a Elena me decidí ir a su hogar, estaba sentada como ida y me lanzó una pregunta al aire, -¿Vale la pena vivir en este infierno de mundo?, - Sí Elena, -¿Por qué?, -Porque el hecho de que tú existas ya es un milagro, y los buenos milagros como tú puede cambiarlo todo, -¿Y si no?, -Entonces vive.

Me quedé varios días en el apartamento de Elena para así poder cuidarla de sus estados de ánimos; a veces añoro el cómo éramos al principio, dos personas que se conocieron por accidente y no porque estaba planificado por quien escribe la historia en este mundo y cualquier otro mundo del vasto universo; y es que cuando hablamos de todo aquello que se inicia lo primero que mostramos de nosotros no es la verdad de la mente o de las emociones que sentimos, tampoco dejamos relucir cualquier trauma del pasado, o deseos frustrantes de un futuro que queremos pero que aún se hace tan inverosímil como cuando el horizonte te sonríe sarcásticamente mientras que tú caminas por una montaña sabiendo que tiene más de mil metros de altura para caer y dejar este mundo sin que exista remordimientos ni explicaciones, sino que lo haces porque crees que algo más te puede salvar de la caída como si vivieras en un cuento que narra la historia de dos seres vivos que se atrapan cada vez que el otro quiere irse de una realidad donde sus habitantes perdieron la esencia de lo que significa ser un humano; lo que pasa con la humanidad es que se le hace difícil ser alguien sin nada de mentiras, y recuerdo que cuando Elena y yo nos conocimos lo que nos atrapó realmente fue la capa externa de lo que somos, el físico, aunque en mi caso fue mi forma de ser, entre mi carisma e inteligencia, y es ahí el momento del disfrute para poder dejar sacar todos los sudores por medio de besos, y relaciones sexuales, esa es una de las ventajas de ser personas con experiencias que estuvieron comprometidas y no jóvenes que quieren hacer nudos enredados en relaciones problemáticas y celópatas. Elena y yo habíamos emancipado al sexo como una filosofía entre nosotros desde la libertad, pero el amor pudo más que el sexo, y justo aquí fue donde Elena me interrumpió para preguntarme lo siguiente, -¿Te acuerdas que hace poco te pregunté si yo vería al mundo desde otro ángulo si fuese madre?, -Sí, ¿pero a qué viene esa pregunta?, ¡¿estás embarazada?!, -NO; ayer soñé con la misma niña que se me ha aparecido en varias oportunidades, y ahora es una adolescente, pero la vi sola con un zorro, estaba tranquila pero se veía abandonada por alguien que no pude observar, y al verla le pregunté, ¿Cómo te llamas?, -Ya me conoces, solo que el olvido reinó en tu mente, -¿Eres Gabriela?, -Me gusta ese nombre, -¿Y qué haces con ese Zorro?, -El me salva de quién escribe la destrucción de lo que somos, -¿Y por qué sueño contigo?, - No sé, pregúntaselo al Escritor.

Elena me había contado el sueño que había tenido nuevamente con una niña que al parecer se llama Gabriela y que estaba acompañada de un zorro que la protegía de los males que andan por todos lados sin tener compasión de almas puras e inocentes; y al hacer memoria recordé que hace tiempo cuando yo fui con esta mujer a una parrillada la vi muy sentimental cuando se acercó un niño a ella de nombre Anjaly con su perro Mayanin, yo estaba a unos pocos metros viendo la conducta de los tres, y lo más sorpresivo que pude observar fue cuando el infante le dijo a Elena “Mamá, te extraño”, ella en ese momento le preguntó que por qué había dicho esas palabras, el niño pidió disculpa diciendo que Elena se parecía mucho a su madre; luego de aquel escenario el niño la abrazó para irse y Elena en el medio de su curiosidad quiso saber en dónde vivía y con quién vivía, él le dijo que su abuelo Gabriel Antonio estaba a cargo de su cuidado desde que sus madre falleció por culpa de la guerra entre el bien y el mal, y desde entonces este niño sale a trabajar entre la gente vendiendo ciertas pinturas que reflejan lo que ha sido parte de su vida, y su perro lo acompaña para protegerlo tal como lo hace aquel zorro con Gabriela, y al despedirse de las manos de Elena yo fui hasta el frente de la casa y al ella verme se desparramó entre llantos sin decir nada al respecto, yo solo la abracé para darle todo mi apoyo, y pude ver que el niño y su perro entraron a una casa identificada bajo el Nro. 01; Elena se fue calmando y desde ahí he tenido que lidiar con muchas dudas de esta mujer entre su vida, su existencia, y sus desaciertos, pero lo más fuerte es aguantar su rigidez cuando su mente y su corazón hacen que el orgullo no quiera aceptar lo que es si lo qué es no es reconocido por nuestras verdades. Al pasar los días Elena me dijo que la niña del sueño le comentó que la respuesta la tenía un escritor, y yo le pregunté, -¿Lo conoces?, -Creo que es el hombre a donde mi espíritu se desdobla de vez en cuando, -¿Debo preocuparme por eso?, -No, para nada. Al rato Elena sacó una foto del armario y me la mostró, -Ella es mi madre, se llama Eleonora, la agarré y me di cuenta que era parecida a una psicólogo que conocí de nombre Antonella que trabajó en La Fundación de un amigo llamado Upteikh, pero no se lo dije… -Es tan bella como tú amor, -¿Te leo la nota que dice por detrás?, -Sí cariño, hazlo, quiero escucharte, -Elena, "si esperas a que el mundo sea mejor para tu poder vivir, entonces te perderás lo hermoso de la vida mientras que el mundo es cómo es entre sus balances y desequilibrios", con amor, mamá.

Continuará… 
- Prof. Miguel Orellana.