“El Método Orellana” (Vol. V). Entrega Nro. 22: La Conexión del Ser Superior con Los Tres Planos de La Conciencia Viva del Hombre.

Nosotros los humanos vivimos creando historias por doquier, a donde sea que vayamos, dejaremos una gran o una mínima parte de nosotros sea de manera interesada o desinteresa; sea consciente o no; luminosas o sombrías, pero cada una de estas partes se convertirán entre “los linderos del ser” y “los tiempos del hombre” en otras partes paralelas de múltiples dimensiones de todos los universos probables y posibles que darán orígenes a otras partes más de otras historias que serán leídas, corregidas, y editadas aun cuando las palabras no se hayan escrito sobre otras historias que aún permanecen entre la inexistencia de su lectura; pero de lo que sí estamos seguros, es que a donde sea que vayamos, y recuérdalo bien, a donde sea que podamos llegar: Siempre estaremos dejando cada parte de lo que fuimos, somos, y de lo que seremos, sean cosas buenas o malas, correctas o incorrectas, razonables o irrazonables, pero estos hechos que ya han pasado, que están pasando, o que pasarán entre las personas que se conocen; que se le llegan a querer, amar, apreciar, adorar, y hasta admirar; que solo fueron un momento en nuestras vidas pero bastó y sobró para que ese momento nos marcara de por siempre provocando un cambio definitivo que nos empujará o impulsará a las evoluciones de nuestras existencias o a los retrocesos de nuestros sentires con la misma; que nos dijeron palabras de alientos o de provocaciones incitantes que nos llevaron a los desánimos de no creer tan siquiera en la voluntad que tiene el ser superior al vernos sobre los espejos conscientes de nuestro propio ser; que nos ayudaron a escribir o a reescribir esas historias de la que ahora todos hablan y hablarán por los siglos de los siglos aun después de nuestra escritura ya hecha: Es que el hecho de hacer: Es la única palabra que se convierte en la noción histórica sobre esa parte que dejamos en la vida; y sí, desde que nacemos estamos destinados a ser los escritores y editores de nuestra propia vida y de las concepciones vitales de nuestros diferentes destinos; estamos destinados a ser los pintores de nuestros propios sueños una vez que agarremos los lienzos, los colores, y los pinceles que le darán belleza surrealista a las realidades que pronto hemos de lograr; obviamente, lo que se vive, va forjando en nosotros (como si fuésemos una piedra por esculpir) una escultura hermosa que se talla por medio de ese escultor de clase inconsciente, subconsciente, y consciente; dicho arte: Tendrá errores, reparaciones, y correcciones que lo llevarán a una renovación más brillante; porque sí, nosotros somos tan hermosos como seres de conciencia; como seres energéticos: Como seres de luz que salieron de ese núcleo oscuro que al sentir su propósito decidió darse vida para luego evolucionarse entre su vida y su muerte, que logramos abrir el camino hacia otra vida que aún no conocemos más sin embargo vamos conociéndola por señales que provienen de los confines del universo, una vibración frecuencial que muchas veces nos sirve para esculpir esculturas preciosas y únicas sin que su forma, dimensión, longitud, gracia, o propósito se le pueda dar o marcar un precio porque cómo darle un precio a lo que sí nos pertenece aun después que nuestra energía abandone la materia que la llevó a donde sea que su viaje estaría destinado a sentir mucho más que solo vivir y existir; y es que el alma: Siendo el principio de nuestro todo, así como su luz y su oscuridad, no tiene precio que se le pueda imponer para luego venderla como si no valiera nada, porque realmente es lo único que nos identifica sin ser personas con nombres a donde sea que nosotros podamos llegar, y por tal motivo, al alma no se le puede poner un precio, porque al darle un precio le estamos quitando su luz, su sustancia, y su razón de ser: Esencia; pues nosotros como almas, estamos más que dotados para ser grandes obras de artes mientras que vamos escribiendo las escrituras del ser superior sobre un libro personal del ser consciente que vive dentro de nosotros; y quizás, hasta podemos sugerirle [mas no inducirle] algunas ideas para que otros también escriban sus libros personales y puedan abrazar de esta manera al ser que lo conforma y que lo libra de las ataduras; pues somos tan únicos (tanto de ayer; como hoy, mañana, y siempre) que no hay nadie en este universo (aquí y ahora, y más allá de los creados) que nos pueda copiar en lo absoluto todo lo que nosotros somos, porque si escribimos una palabra, no será sentida por el mismo sentido que nosotros logramos sentir al poner nuestras manos sobre la hoja y expresar lo que nuestras emociones y pensamientos nos dictaban desde el corazón y desde la razón de nuestra conciencia; si pintamos un dibujo, no habrá quien copie el mismo dibujo porque la copia no le da “el valor” que nosotros le dimos al plasmar el pincel sobre un lienzo que necesitaba ser pintado para expresarse mas no conformarse con tan solo estar y no ser; y si hacemos una escultura con nuestras palabras escritas y nuestros dibujos realizados, entre experiencias, lecciones, y evoluciones, es lógico, que no se logre encontrar a quien pueda hacer la misma escultura dos veces o más que eso porque esa nunca fue la idea desde que la esculpimos con nuestros sudores, dolores, y lágrimas, o desde que la mejoramos con nuestras sonrisas, felicidades, y glorias; y es simple llegar a una conclusión: Cada uno de nosotros somos seres originales que tienen su propio sello como alma y un destino como aventura, la diferencia está, que el sello es irrepetible, pero el destino puede repetirse o sufrir cambios incoloros por si el sello se convierte en una copia barata de su existencia; por eso es que debemos ser sellos originales, no copias sin valor que se venden por ahí para luego revenderlas sin saber qué imagen nos estamos creando o se nos está dando aun si lo sabemos o no, y que importante es cuidar de nuestra imagen en vida, pero esto no quiere decir que nos engañemos a nosotros mismos, no, porque si la imagen es mala es bueno que la cambiemos obligatoriamente, más si es buena, es bueno que la mejoremos voluntariamente; y es triste observar, como muchos viven copiando imágenes o vendiendo imágenes copiadas de lo que no debe ser, ¿incluso? Aun si esta imagen es buena, porque cuando tu copias algo, no dejas que lo original en ti se muestre tal y como es, y dependerá del origen que tú quieras descubrir en ti (imagen viva, movida, o sentida) para que aceptes si ha de pasar un cambio para bien o una decisión de seguir siendo lo que eres en este momento (sea lo sea que esto signifique para ti) en que yo en este preciso instante escribo estas palabras para darnos las razones de evolucionar juntos y sin perder el camino de nuestra única identidad, esa que nos mantiene identificado a cada uno en su conciencia viva y latente: El alma, ¿y esto? Lo sabe quién ha escuchado a su ser superior, la conciencia suprema; El despertar de la mente; lo que no sabemos ni podremos deducir, es cómo la historia del alma culminará entre la existencia del todo, he aquí, uno de los grandes dilemas que los humanos no han podido resolver ni lo harán nunca, y es porque el alma ha estado eternamente sumergida desde el origen del origen dentro de una conciencia que es inentendible pero que si la sentimos y la comprendemos como parte de nosotros como si fuese una voz que nos llama cada vez que ocurren equivocaciones o para felicitarnos por cada maniobra evolutiva lograda, pero lo que sí podemos asegurar, es que por más que el alma esté dentro de una conciencia suprema que es la fuente de luz transformadora del universo energético, su identidad indefinible, seguirá manteniéndose y diferenciándose de las demás almas porque simplemente así fue escrito desde el principio de los linderos del ser y reafirmado por el hombre cuando su tiempo se vincula con el ser de la conciencia superior: La mente universal de las energías transmutadoras de los núcleos y de los orígenes de la creación. El humano de por sí quiere saber lo que todavía no ha sucedido; se la pasa constantemente buscando la forma de viajar en el tiempo para tratar de acomodar o mejorar cualquier situación de su pasado, y ni siquiera es por esto, porque lo más probable, es que este, lo que quisiera es entender el cómo fue que las cosas pasaron y el porqué sucedieron (o están sucediendo) para así tener un motivo de seguir con su vida de forma libre sin que nada lo ate a lo banal: Ni a lo que le pasó; ni a lo que vive justo ahora; ni a lo que pronto ha de sucederle, solo que si el humano se lanza en esta clase de búsqueda, su vida ha de despreciar, viviendo lo que no siente, y sintiendo lo que no vive: Y aquí, no hay gracia, no hay amor, ni hay divinidad. Ojalá, que el humano pueda algún día entender que su llegada a este mundo no es solo para vivir y morir, sino para crear conexiones fluidas con todos los planos de las conciencias vivientes del hombre: Material. Espiritual. Mental: La gnosis consciente de una verdadera existencia. El libro de una buena historia. La imagen viva de nuestro único ser: El alma: El fruto de la creación. 

- Prof. Miguel Orellana.

“Te abrazo en luz, te bendigo, y te decreto feliz vida”