“El Método Orellana” (Vol. V). 4ta entrega: El Espíritu se hace Materia.

En la actualidad en la que vive los humanos pareciera que no les importara conocer el origen de su propia esencia para luego darle el valor que esta merece, no es habitual que entre los humanos de hoy se pregunten de dónde provienen y cuál es el próximo paso a seguir  para que la evolución se haga realidad en cualquieras de las dimensiones que nos consagremos, se quedan conformen con lo que creen saber y no averiguan qué tanta verdad hay dentro de ese “saber”, por ejemplo, si alguien le dice a otro que la manzana se puede apreciar solamente de color verde, amarillo o rojo o en dado caso combinaciones entre ellos porque esos fueron los colores que escogió el árbol que da ese fruto es ahí donde quien escucha elegirá si quedarse con esa respuesta desde esa perspectiva y ser feliz o si preguntarse cómo fue que ese color o esos colores combinados era lo elegido para ese fruto desde quien lo creo, y así como pasa con esto pasa con todo, y es que dentro de la ignorancia se encuentran comodidades que para muchos les hará feliz, pero habrán quienes elijan el camino de la sabiduría pese al dolor que produce “el querer saber”, porque una vez que sabes algo nutres tu evolución, y lo hermoso de esto es que no sabes si será para bien o será para arrepentirte toda la vida, lo bueno es que no vivirás engañado por creencias falsas de quienes crean los dogmas para controlarte y manipularte a sus antojos, sino que “cuando creemos en algo es porque ya sabemos lo que por ahora nuestra mente reconoce y acepta desde el poder del raciocinio”, y cuando optamos por recorrer la sabiduría no todos estarán dispuestos a acompañarte, porque prefieren vivir en lo superficial que vivir desde el interior de su universo, rechazando así la grandeza que este oculta, y estas personas que deciden quedarse con lo básico son de las que te dicen que el nacimiento de un ser vivo es gracias a que dos personas opuestas sexualmente hicieron el coito para crear la concepción de lo que será, y al saber este conocimiento continúan con sus vidas como si nada hubiese pasado, pero detrás de toda esta unión incluso mucho antes que se conociesen estas personas existen un sinfín de preguntas que no son expresadas porque es más fácil vivir ignorando ciertas cosas que saber más sobre lo que desconocemos, y por tales razones es que la evolución de lo que somos como raza humana no ha mejorado sino que ha empeorado, es como la teoría de la paz, la quieren pero a la vez no saben vivir dentro de ella, por el simple hecho que para concebirnos en la paz se necesita conocer desde la raíz lo que somos para que se hagan las transformaciones de todo aquello que produzca el caos en la realidad que reconocemos, y la raza humana irónicamente abraza el caos porque para ellos es mejor vivir creando situaciones problemáticas que dar solución a las mismas, en otras palabras, según ellos es preferible no saber lo que por ahora no se necesita en el momento del presente que saber lo que pronto se necesitará, y es por eso que la evolución se queda como una fantasía, trayendo como efecto rebote las repeticiones y las decadencias, ya que para evolucionar se requiere abrir lo que en el ahora vivimos cerrando, “el conocimiento”, y esto sucede porque no todos se adentran hacia la raíz de lo incógnito, y me refiero a que nosotros cuando nacimos no fue para solo desarrollarnos, estudiar, trabajar, procrear, y morir, sino que nacimos para existir un corto tiempo que debe ser valorado desde la esencia de lo absoluto, y durante este tiempo es nuestro deber conectarnos desde la libertad de la esencia con todo lo que existe, es querer ser porque todos somos, no es querer ser para con uno solamente, es formar lazos de hermandad con la naturaleza, con los animales, con el prójimo, es meditar desde el silencio para que podamos descubrir las verdades que nos darán las pistas de observar las nuevas versiones en la que nos podemos convertir, pero para que todo esto se realice debemos hacernos preguntas que nos ayuden a saber a dónde dirigirnos, solo que cuando te diriges hacia lo correcto debes hurgar el origen de lo que eres y del porqué eres en este plano de la realidad, es hacernos preguntas tales como: ¿Qué es la conciencia?, ¿qué es el alma?, ¿qué es el espíritu?, ¿qué es el universo?, ¿qué es la luz del ser?, y una vez que abraces las respuestas sabrás que este viaje no es solo para vivir y morir, sino para existir y ascender desde nuestra esencia con la finalidad de amarla, alimentarla, protegerla, fortalecerla, y expresarla sobre los distintos espacios en el cual estaremos creciendo, desarrollando, caminando, aprendiendo, experimentando, y enseñando con la idea de transcender hacia otros lugares de la mente donde la esencia (conciencia, alma, y espíritu) se modifica y se transforma para estar preparada cuando su tiempo acabe y vuelva a renacer en otro plano de la creación, en este punto podríamos hablar de “reencarnaciones” sobre un mismo espacio o se puede deducir que el portal hacia el misterio se abre para iniciarnos en otro nivel la conciencia como origen del todo; recordemos que “la esencia” es la unión de lo inalterable que define “lo que es”, y cuando decimos que “algo” es “inalterable” es porque se concibe como “único, auténtico, y puro”, y cada vida que contiene su propia esencia con el pasar del tiempo va desenmarañando su propósito de ser, su objetivo de crecer, y su misión de hacer si es que está dispuesta a ser libre sin nada que la frene, y hoy en día el humano “común” se conforma con medio estudiar para luego graduarse y unirse a la prisión de ser nada más que una batería para otros y de hacer lo que otros dicen porque creen que ese es el camino adecuado sin averiguar qué tan bueno es, el camino verdadero del ser se trata de descubrir lo que somos para respetar, amar y valorar todo el proceso que se hizo desde la luz para que nuestra existencia tuviese la oportunidad de emprender el hermoso y enigmático viaje hacia este espacio que llamamos “Planeta Tierra” pese a que dentro del universo se puedan ver otros mundos que a lo mejor en algún momento pudo haber tenido vida sin dejar rastro de lo que fue, pero obviamente es nada más que una hipótesis que se maneja para decir que no estamos solos en lo magno de la creación, pero en realidad nunca estuvimos solos, en este mundo somos millones de esencias que provenimos desde la luz de la fuente creadora con el fin de acompañarnos, vincularnos, y evolucionarnos, tal como pasó cuando dicha luz se hizo conciencia desde el óculo transformador del universo, cuando la conciencia se hizo alma desde el cúmulo estelar, cuando el alma se hizo espíritu desde la chispa de la energía suprema, y el espíritu se hizo materia (cuerpo) cuando encontró su propósito de ser, estar, y transcender, y una vez que esto sucede es ahí el momento en que “la esencia” escoge a quienes la ayuden a cruzar el puente de la quietud hacia la vida del gran existir, solo que para existir se requiere de una mente poderosa, y esta se desarrolla cuando la conciencia logra evolucionar.

- Prof. Miguel Orellana. 
“Te abrazo en luz, te bendigo, y te decreto feliz vida”