“El Método Orellana” (Vol. V). Entrega Nro. 18: El Sentir de una Persona Despierta.

“Sin propósitos no hay caminos, sin caminos no hay búsquedas, y sin búsquedas, no hay evoluciones”. En el mundo de los aprendizajes existe algo que llamamos “inducciones conscientes del “no uso” de la razón”, es decir, la enseñanza que se aprende sin apelar  a los hechos de toda teoría o de toda práctica que valide las escenas triviales de la conciencia no consciente: Sé que existo mas no razono. Sé que existo mas no siento. Sé que existo mas no soy. Las inducciones conscientes del no uso de la razón: Es un método que se aplica para inducir en cualquier clase de existencia (animal, humana, natural o sobrenatural) los aprendizajes que esta deba saber, e incluso, para modificar lo que ya sabía, o extinguir lo que nunca debió saberse. “El Método de La Inducción” puede darse de distintas formas a través de los intereses propios o impropios (desinterés) de quien lo aplique; estas formas de inducciones pueden aplicarse tanto de manera negativa como positiva, “la inducción negativa” proviene más que todo (aun cuando no se crea así) de las “manipulaciones”, porque al manipular cualquier espacio de la conciencia (realidades-ilusiones-sueños) o de los sentires emocionales o sentimentales (atenciones-intenciones-vibraciones) estamos tomando a la vez el control de aquello que “yo quiero” mas no “de lo que realmente quiere” al que yo manipulo y controlo sin decirle lo que hago y el porqué lo hago (aun cuando esta acción provenga de toda inconsciencia “escondida” [manifestaciones del verdadero yo] o de toda “inconsciencia subconsciente” [el yo vs el soy] de lo que pienso y de lo que muestro), y “la inducción positiva” se manifiesta más que todo cuando “abandonamos toda clase de manipulación” para solo “dejar ser lo que deba ser”, por ejemplo, si una persona concibe a un niño, este niño se debe completamente a esta persona desde que nace hasta que pueda tener “el uso de la razón adecuada”, pero gozar del uso de la razón no simboliza que ya seamos responsables “adecuadamente” de nuestras acciones, sino que somos conscientes de que hay una existencia polarizada que nos configura (para no decir que nos doblega) nuestra forma de pensar, percibir, y de sentir, pues en el caso de un bebé que se va haciendo en un niño que se desarrolla con el tiempo y que empieza a razonar, sabe que todo existe mas no sabe el porqué existe; sabe que “él existe” más desconoce el propósito de su propia existencia, y sabe que su existencia se limita “por ahora” dentro de un parámetro inducido entre aprendizajes vs acciones que lo encaminarán a otros parámetros entre enseñanzas vs experiencias que pueden ser aún más dominantes (controles), más abiertos (libertades), o más profundos (sentires), ¿y cómo es qué sabe un niño que empieza a razonar todo esto?, “intuición selectiva consciente”, y esta se da de dos maneras, “mental” y “emocional”, la primera manera de intuición (la mental) nos dice que “la mente” tiene el poder de conectar sin límites algunos con múltiples realidades de su conciencia, desde una vida pasada, su mismo presente, hasta un evento “vivencial” de un futuro cercano, lo que todos conocemos como “premoniciones”, pero según los teóricos de la relatividad, tanto el pasado, como el presente, y el futuro, son realidades que suceden al mismo tiempo en diferentes espacios de una misma existencia, es decir, que la existencia del tiempo no existe “entre las cosas” porque lo que existe en realidad es la existencia misma con o sin tiempo “a través de las cosas” ¡y no! entre las cosas, porque cuando se dice “a través” se hace referencia a que algo está dentro y que sabe que lo está porque así debe ser, “y si “eso” está dentro” es porque existe un núcleo que lo configura como una existencia finita, y al existir un “núcleo finito” es porque hay infinidades de núcleos “como este” por doquier que a la vez son creaciones de solo orígenes y finales que nunca culminan sino que evolucionan, en pocas palabras, “ciclos tras ciclos, eternidad”, y “la eternidad como figura sobrepuesta de la creación no tiene medidas de tiempos, sino solamente evoluciones que mejoran, empeoran, o “que andan por ahí” solo para ser “ella misma”, o “ser ella” con “el todo”, pues recordemos que “el tiempo” es solo un factor de medida que tiene el hombre para manipular, controlar, e impulsar; la segunda manera de intuición (la emocional), nos dice que “las emociones” tienen la virtud de hacer que la mente sienta lo que de por sí no existe, “la realidad” tal como “el amor” (aunque suene un poco contradictorio compararlos), presto que la realidad sí se puede ver “entre las cosas” como un hecho “supuestamente concebido por la conciencia”, pero el amor solo existe “a través de las cosas” como un hecho “supuestamente aceptado que siente la conciencia”, como bien lo dicen los científicos físicos-teóricos, “nunca tocamos nada en realidad, solo es “la sensación” que nos hace creer que esto sucede”, y cuando se habla de “sensaciones” es hablar de las intuiciones, como cuando decimos “presiento que hoy será un buen día”, la pregunta es, ¿Cómo sabemos que será un buen día para nosotros si aún no lo hemos vivido?, ¿tendrá algo que ver entonces con ser solo optimistas?, ¿decretos positivos?, ¿creencias de que todo saldrá bien?, ¿o será más bien?, que ya ese “buen día” (que afirmamos desde los buenos decretos) lo hemos vivido en otro paisaje dimensional de la mente “y que al despertar luego de haber dormido” estamos tan seguro “de que ese buen día será perfecto” gracias a nuestras conexiones mentales que de alguna manera presentimos “esa realidad aún no vivida entre nosotros” y que al transcurrir las horas todo se ha dado tan perfectamente que nos parece algo muy poco común de que no hayan existido distracciones, molestias, o contratiempos; la cuestión es, que para muchos, “atraemos lo que pensamos”, “si soy positivo, todo llegará a mí de forma positiva”, al igual que, “si somos negativos, todo lo que suceda, será de manera negativa”, pero en gran parte, no todas las veces atraemos lo que pensamos, porque “si de cierto hay” que “la atracción proviene del poder de toda intención”, ¿Qué pasa si lo que se piensa ya fue pensando por nosotros en una realidad distinta a la que vivimos en el presente?, es aquí donde “la conciencia del universo mental” configura para nosotros lo que “la casualidad y la sincronicidad” quiere para nosotros y para todo nuestro proceso de evolución, nos guste o no nos guste, sea bueno o malo, pero es lo que es, y es lo que ha de ser, mas no es lo único que hay, por tal motivo, no basta con que nosotros seamos personas confiadas, seguras,  o llenos de fe, de oraciones o de rezos, sino que debemos más bien es “a querer aprender” a cómo “escuchar” lo que las otras realidades de nosotros (manifestadas por intuiciones, señales, o sueños) nos tienen qué decir, y cabe la pregunta, ¿Cómo escuchamos las voces de estas otras realidades?, pues te lo digo de esta manera tan segura de ser, despertando la mente de la matrix y apartando las emociones de los apegos; si despertamos la mente aceptamos que nuestra realidad no es la única que existe, hay millones como ellas justo en este instante en que te escribo mis palabras; es abrimos a vivir nuevas experiencias que están más allá de toda inducción dominante, abierta, o profunda; es creer que todas “las probabilidades” serán tan posibles como el hecho de que sucedan y no las veamos suceder; es saber que “las intuiciones” son aquellas que nos aseguran lo que siempre hemos sabido dentro de la matrix (como esas frases que parafraseamos y escondemos ante los demás, “sé que existe algo más; mas no me atrevo a saberlo porque no sé lo que todavía busco”), pero cuando escuchas lo que la intuición te quiere decir, así como tu propia consciencia, es ahí donde todo lo físico, lo material, y lo superficial, se hacen nada ante nuestra sola e importante presencia energética y magnética, algo así, como cuando exigimos una verdad al saber de forma “consciente o no” que nos están mintiendo en la cara, llámalo intuición, indagación, o afirmación; como cuando nos apartamos de las apariencias para “solo ser lo que por ahora somos”, sea que esto signifique cambiar para ser mejor por interés de crecimiento personal, o simplemente conocer nuevas versiones de nosotros para no estancarnos en una sola versión de que “esto es lo que hay, esto es lo que existe”, y como cuando la existencia de la creación se hace más importante que la misma vida del universo, porque de qué sirve vivir si realmente no hemos existido dentro del origen de toda buena filosofía del solo ser, “vivir existiendo, vivir aprendiendo, vivir ascendiendo”. Cuando una persona se va “auto-descubriendo” (y no lo digo en el sentido de saber qué es lo que quiere en su vida sino en la forma de ver la vida) va dándose cuenta que “el mundo de las trivialidades” no tienen importancia en “el mundo nuevo de las consciencias despiertas”, porque cuando se es consciente, empezamos a sentir de forma distinta, empezamos a pensar de manera más clara y amplia, y empezamos a ser más abiertos con todos que cerrados, de aquí la frase “abre tu mente para que entiendas”, y esto no quiere decir que debemos abrirnos a diestras y siniestras en su totalidad para entenderlo todo, se hace impensable al tratar de hacerlo, sino que hacemos lo posible para comprender lo que ese todo significa dentro y fuera de nuestra existencia: Sentir desde la mente, sentir desde la conciencia, y sentir desde la energía; y quien descubra el poder de su mente, descubrirá a su vez que tanto la conciencia y la energía son las razones del porqué existe la matrix entre nosotros y el porqué es tan importante salir de su propio núcleo: Inexistencia; he aquí la importancia del porqué se debe sustituir “la inducción del ser” por la evolución del solo ser: Conciencia Consciente: El sentir de una persona despierta. 

- Prof. Miguel Orellana. 
“Te abrazo en luz, te bendigo, y te decreto feliz vida”