"El Método Orellana" (Volumen IV). Artículo número 22.

El precepto de la realidad, y cómo entrelazarla con el agradecimiento y la felicidad en nuestro ser, dos elecciones de vida que cuando entendamos y comprendamos lo importante que será para todo lo que somos y seremos y que siempre deben permanecer en nosotros pase lo que pase, entonces serán inquebrantables aun cuando sintamos que nuestro universo se desvanezca, pero sabiendo que a través de ellos podremos germinar cuantas veces sean necesarias,  según “El Método Orellana” (Volumen IV).

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La realidad, es un estado coherente entre lo “físico-consciente y emocional-divergente” donde nuestra mente nos confirma la existencia de todo aquello que podamos percibir y recibir como algo único y verdadero sin que nada la distorsione, doblegue o quiebre dicho estado de “la conciencia”, y que a su vez estamos netamente preparados y capacitados desde el día de nuestro nacimiento para sentirla, tocarla, escucharla, olerla y verla, y todo esto “es, o se debe” gracias a lo que nuestra conciencia nos pueda señalar, decir o corroborar que eso (sea lo que sea) es “real”, que “existe” y es verídico, fuera de toda dimensión más allá de lo que nuestras manos o pies pueden conectarse con la tierra donde mayormente solemos habitar mientras y cuando estemos despiertos, porque al dormir la consciencia se va a un reposo subliminal y quienes toman el control de nuestra realidad en el que habita el cuerpo etérico energético en ese instante es el subconsciente y el inconsciente, pero irónicamente cuando la consciencia deja de estar como protagonista del presente en que vivimos ya el precepto de la realidad se va a otros planos dimensionales donde quizás no tiene nada de autoridad y mucho menos podremos identificar “lo que es, o no es real”; este término de la “realidad” es muy tergiversado a través de todos los conocimientos y/o sabidurías que contienen “los libros de la vida” desde hace millones de años por medio de grandes pensadores y seres iluminados en la rama de la filosofía, sociología esquemática o sistematizada y de la psicología del ser vivo sin importar su raza, credo o especie, incluso en la etimología de las palabras que se han escrito o en los análisis profundos y reflexivos que se han elaborado a través de símbolos, esculturas y otros objetos encontrados y desenmarañados sería difícil no dar validez a lo que se ha descifrado con el paso del tiempo y a lo que ha ocurrido durante los grandes eventos embellecedores o caóticos que han acontecidos en el mundo desde el día de su creación, ya que según muchos estudios de la mente humana, animal o de otros seres vivos que conviva con todos nosotros pues la realidad puede crear diferentes facetas abstractas y ontológicas de las existencias fuera de lo que es “una verdadera conciencia del ser”, es decir, “de lo que hay, y de lo que está”, sin esperar la llegada de algo que todavía no se le puede dar una razón lógica y auténtica “a lo que es” y de lo que se mueve durante el presente sin tener pasado o futuro (eliminando de cierta forma una evolución dentro de la misma realidad), aunque en este presente sigamos hurgando el pasado para continuar las descodificaciones de lo que aún no comprendemos y mucho menos entendemos, entonces diríamos que si todo aquello que tiene vida necesita del pasado para poder complementarse con el presente y saber qué es lo que les puede deparar el futuro ya se estarían alejando gradualmente sobre “la realidad de la conciencia”, porque todo aquello que se torne como algo real y certero no puede tener ningún tipo de divagaciones, delirios, despropósitos, alucinaciones ni causa alguna dentro concebible tales como los sueños, las premoniciones o las regresiones de la existencia entre algo que pasó (porque ya sucedió) y/o algo que pasará (distanciándose de “lo que es”), y ya no debe importar en dicha realidad, porque en cada experiencia de la realidad no se debe objetar o medir los aprendizajes obtenidos, es solo la comprobación vivida del instante preciso y de los cambios que hagamos a través de las pruebas que se hagan por medio del ensayo y del error sobre cada segundo en el tiempo que transcurre, siendo esto la efímera escalera que nos brindará la verdadera evolución de la conciencia real, aunque dentro de este tipo de evolución a veces no hay evolución alguna, porque si hablamos de transcender más allá de lo debido estaríamos distorsionando una realidad que se quiebra en ella misma, ya que evolucionar simboliza o amerita mirar hacia el pasado, aprender de ello y luego divisar al futuro, y me pregunto, ¿dónde está el presente real dentro de esta clase de evolución?, ¿es permitida?, ¿es viable?, ¿aceptable?, ¿es creíble?, ¿es segura?, pues sencillamente no existe, “la evolución es como un sueño que tiene la realidad misma donde no la acepta de un solo golpe, sino que la hace a cada centímetro por cada paso que dé, y esto es debido a que solemos medir los aprendizajes de una realidad que suele no estar presente”, y es por ello que a pesar de que han sucedido muchas cosas catastróficas en el mundo seguimos sin aprender y sin querer avanzar a otros lugares que nos permita una visión real sobre una vida existente donde no se entrometa las irrealidades, es ilógico pensar que aunque buscamos un pasado para así entender y comprender el presente y por ende evolucionar en una realidad que no debe aliarse a otras cosas que no sea a lo que es del momento, seguimos varados en el mismo círculo vicioso en vez de romper los diseños dentro de una realidad ya inexistente, sea de forma que haya pasado o algo que no ha ocurrido (porque sencillamente aún no existe en la realidad de la conciencia) aunque creamos todo lo contrario, ya que ésta muchas veces nos suele traicionar cuando nosotros no aceptamos ni reconocemos nuestra propia realidad y más aún si es divergente, pero si nos mantenemos en solo vivir durante la realidad pues esto (pasado y futuro) ya no importa en el ahora del momento en que vivimos porque a lo mejor ya no sirve de nada, trayendo como consecuencia “la espera, la búsqueda, y la pérdida del tiempo” y por tal motivo es que continuamos delirando con un concepto de la evolución que jamás será aceptada mientras que la realidad se trate de solo estar y no de ver más allá de los hechos entre las “teorías y prácticas de un todo”, y solo nos queda continuar sin mirar atrás y mucho menos permitirnos ver un futuro incierto, porque solo estaríamos creando u obstaculizando una existencia que se converge como algo irreal o fantasmagórico dentro de un sistema utópico donde salen millones de ramificaciones de paradigmas enigmáticos y prisiones esquematizadas dentro de un laberinto sin salida, y la única posibilidad de salir de ahí para poder evolucionar sería saltando el muro de los sueños de aquello que no es real, y si lo hacemos dejaríamos de vivir entonces en lo que importa a través de “nuestro ahora”, es decir, “la realidad suele ser tan compleja como lo es la verdad absoluta, y aquel ser vivo que se atreva a quebrar dicha realidad pues otros simplemente dirán que entró en una fase llena de delirios, divagaciones y alucinaciones”, y de allí es que nace el término de los “soñadores” o “los buscadores de la verdad”, ya que dentro de la verdad yace la innata realidad irrefutable, y son estas clases de personas que andan por la vida sin medir el tiempo, espacio, realidad, dimensión o conciencia alguna, y serán capaces de buscar la forma de siempre romper esa esfera que resguarda a una quimera que hasta pudiera ser la salvación o el paso a esa muestra de ciertas evoluciones que desde hace tiempo debimos haberlo hecho, y sé que esto es un poco complicado de poder aceptar para cualquier ser vivo que aun en esta actualidad sigue viviendo cada día a cómo vaya viniendo las cosas, pero les cuesta abrazar a quienes tratan de hacer algo más para que nada se vuelva a repetir, sino que cada “algo” sea mejor cada vez más, o lo más probable (aunque contradictorio) hurgar tanto el pasado para que nos pueda abrir los candados de las cadenas y llegar a los espacios que tanto temíamos, saber “la verdad absoluta de un todo sin el precepto de la realidad”, inclusive de nuestra propia realidad consciente o de esa realidad general que compartimos con todos los seres vivos en cada ambiente del universo de cada quien, pero cuando la realidad es mal interpretada por quienes no la asumen como una forma de vida sobre cada segundo que pasa en el reloj del destino entonces lo que hacemos es dar un salto a otro mundo donde nuestra mente va creando a su vez algo paralelo y que todo aquello que hagamos para nosotros será completamente real, como cuando una línea del tiempo-espacio se desdobla a otras dimensiones de dichas realidades existentes, como si la misma conciencia del ser se adentrara a un agujero negro de cualquier galaxia, y no sabe con qué se conseguirá luego que cruce ese portal del universo, pero lo que sí sabe es que algo existe, algo está, solo que aún no se concibe por medio de lo real.

Cuando hablamos de solo vivir el presente estamos sincerándonos con nosotros mismos a través de lo que somos, es dejar de mirar atrás, es eliminar una vista al futuro, es solo estar neutro en ese punto medio del mapa de nuestro destino para solo vivir al estilo de la filosofía de “casa segundo, cada paso, cada momento”, donde no interviene ningún tipo de distracción, y en este estado de la conciencia solo importa “el aquí y el ahora de este momento” y de cada vivencia real, ya que cada segundo del tiempo que transcurre durante nuestras vidas es la muestra de lo que se puede observar como “vivo y práctico” sin que pueda interponerse algún tipo de “teoría” ya que dentro de este concepto de “las teorías” la realidad ya deja de existir, de percibirse y recibirse en lo “exacto-absoluto”, porque las suposiciones no entra como algo increíblemente verdadero o verosímil, al igual que “las expectativas”, ya que en ellas solo se maneja el poder que se tiene por medio de todo aquello que en lo personal de cada ser vivo “imaginamos y esperamos”, como creando una idea de aquello que nosotros queremos y que así debería suceder, sin que tenga ningún tipo de razonamiento con “lo otro” (sea lo que eso signifique para ese entonces) ya que solamente estamos pensando “en lo personal” para establecernos y satisfacernos según a nuestras necesidades reales, pero cuando volvemos al raciocinio consciente a veces “mas no” frecuentemente nada acontece a como nosotros queríamos que pasara, porque realmente “nada se puede esperar cuando solo creamos suposiciones, teorías, y expectativas”, solo estaríamos sumergiéndonos en lagunas mentales fantasiosas sobre algo que “se cree real” aun cuando esto no tenga nada concreto o tangible que podamos definir dentro de la “conciencia apreciable”, y aquí es donde ligamos la realidad con la conexión que hay entre los sueños, deseos, anhelos, ilusiones, fantasías, afanes, teorías, ideas, proyectos, pensamientos, aspiraciones, entre otros, llevándonos a otras clases del estado mental del ser vivo y de la realidad donde nada tiene prueba irrefutable, y que si nos aferramos solamente a lo que es real entonces nada fuera de ella debería estar en nuestras mentes, ya que si lo hacemos pues esto solo traería emociones fuertes y a la vez sensibles entre lo agradable y lo desagradable por medio de los dolores, sufrimientos, ansiedades y angustias, y el peor de todos, “el tormento”, una emoción donde muchos se hacen adictos porque cuando ven que la creación de otra realidad paralela no va agarrada a la verdadera existencia de su conciencia es cuando vienen los abrazos de las oscuridades del ser, una manera de desorientarse y no tener cavidad alguna para su propio crecimiento personal y con prácticas en lo real para luego superarse, siendo esto la llave que otorgará la abertura de todas las puertas para suprimir las oscuridades y alumbrar con nuestra luz interna del ser todo aquello que aún nos pueda tener pisoteados, amarrados o estancados dentro de la misma realidad consciente, y así poder liberarnos de cualquier clase de dolor o sufrimiento, porque de no hacerlo solo se estarían olvidándose y abandonándose en un mundo que les traerá desgracias, desidias y depresiones, cayendo en un abismo donde nada ni nadie podrá salvarlos, y si tan siquiera recordar que quien los puede ayudar es a través de ellos mismos si tan solo empiezan a creer en su realidad presente que sería lo único que los mantendrán firmes y de pies, y que si se conectan con su voz interna que sirve a la vez como una clase de guía espiritual pudieran hasta a aprender que dentro de su realidad existen dos aspectos muy importantes en el ser, y me refiero a los “agradecimientos y felicidades” (dos ejemplos de lo que es y no es real) de cada ser vivo y de todo aquello que le pase en su vida, pues este comenzaría un nuevo camino transitorio en el cual podrán conciliarse entre “lo que hay, lo que es, y lo que está, sabiendo que esto los ayudarán a “permanecer totalmente cuerdos en un mundo real, lógico y verdadero”; por otra parte, ¿qué pasaría si todo aquello que tiene existencia dentro de la realidad consciente se transforma en algo que parece real pero a la vez no lo es, ni tampoco está?, lo que pudiera pasar es que andaríamos sobre cauces de ríos secos estando prevenidos que será llenado por el agua cuando las tormentas traigan las nubes más pesadas y cargadas que puedan haber, pero a la vez si aceptamos que ese cauce era así antes de encaminarnos sobre el entonces no tenemos ni debemos porque sentir miedo, temor o pavor en andar sobre cauces de ríos secos, aunque esto solo nos aleje de lo que es real o no, y es cuando nos vamos alejando paso a paso de la realidad neta del ser, pero como todo es relativo en esta vida y por ende existen las dualidades en ellas podremos decir que si nos quedamos viviendo nada más en el término de “la realidad” presente estaríamos desechando a la basura las otras clases de existencias con respecto a lo que queremos en un futuro de algo que aún no podemos ni sentir, ver, oler, tocar y escuchar, y así como pasa con esto nos pasa con todas las emociones y por ende con los sentimientos.

En cada vivencia del “ser” dentro de lo real nunca debemos olvidarnos en “agradecer y ser felices aunque la realidad nos diga todo lo contrario”, porque si aprendemos a agradecer por todo aquello que nos pase estaremos evolucionando con nosotros mismos, si es bueno fue grandioso para tu vida (pero ya pasó, ya sucedió), y aunque esto se haya terminado o sigue estando en tu vida a pesar de que sigue siendo algo bien para ti pues ya forma parte del pasado, es decir, ya dejaste de vivir ese momento y si te quedas ahí solo te alejarás cada vez mas de tu realidad, y lo que tocará luego es solo proseguir con tu vida para que más cosas puedan llegar a través de ella sobre cada línea temporal en que vives, pero si fue algo malo y que solo te trajo momentos tormentosos, angustiosos, desastrosos, horribles, trágicos, y a su vez te colocó en una situación incómoda, fuera de lo que era tu antigua y feliz realidad o en un estado tétrico emocional entre la tristeza, el desespero, las agonías, depresiones y que te puso solamente a lamentarte, a sufrir y quedarte en el medio de ese dolor sin ver un rayo de luz o de esperanza para salir de ahí a como diera lugar, es irónico que te lo diga pero de igual forma tienes que agradecer a que eso te haya pasado, porque justamente eso hará de ti una persona más fuerte si en dado caso elegiste avanzar y no estancarte como cuando un niño malcriado solo quiere llamar la atención y hacerse la víctima en su vida, y si tu elección fue transmutar ese dolor, ese sufrimiento y ese mal pesar en algo bueno entonces te conectarás con esa idea de ser feliz dentro y fuera de tu ser energético y transformarla en tu nueva realidad existente y que siempre esta felicidad deberá estar y por ende debe permanecer para toda la vida en tu alma y en tu espíritu, y como bien dice el dicho “todo lo que pasa es bueno” inclusive hasta la misma muerte, es muy raro decirlo ¿no?, pero como bien te he comentado en mis otros artículos “que de la muerte renace otra vida, sea de forma real o irreal dentro de la filosofía de vida sobre morir internamente para luego renovarnos a una nueva versión de nosotros, y esta vez mejor y mejor” (es la idea), porque si solo nos quedamos en las frustraciones no podremos ver más allá de los hechos conmensurados de la realidad consciente y nos estaremos negando a una pequeña posibilidad de abrazarnos con nosotros mismos, “no nos ceguemos ante aquello nos golpea, abracémonos y abramos los ojos para saber de qué manera podemos detener los golpes que la vida misma nos da cada cierto tiempo, y es razonable a que eso pase, ya que de no ser así pues la vida se convertiría predecible y aburrida, y no habría misterio alguno por resolver, porque en cada golpe que nos da la vida pues tiene un propósito y una razón de ser, al igual que una misión y un objetivo a cumplir sobre ti, porque los necesitas y debe suceder para que sigas evolucionando, es como sacudirte para que puedas establecerte sobre tu propia realidad y no en la realidad de algo o de alguien más, es enseñarte a cómo valorarte ante el desprecio de los demás, a cómo reír ante la peor situación que puedas estar viviendo (recuerda que una sonrisa muchas veces suele cocer las heridas más abiertas que tengamos en lo profundo de nosotros para luego sanar y admirar nuestras cicatrices con orgullo sin llevarlo luego al ego porque no es necesario, es enseñarte a cómo sostener un escudo antes las piedras que otros lancen sobre ti porque según ellos son perfectos, pero recuerda que nadie absolutamente nadie lo es, solo el ser supremo de la creación lo es, es enseñarte que mientras camines debes tener tu cabeza alzada y con la mirada al frente porque sabes que llegarás a la meta final sobre cada sueño que tengas en una realidad que suele a veces escaparse o burlarse de ti, pero estando atento sobre las tierras que pisas ya que siempre existen trampas o algo que pueda hacernos caer, y si caemos ¿cuál es el problema?, pues nada, no pasa nada, levántate y camina con valentía, rigor y esfuerzo, sin razón alguna por la cual debas temer, es enseñarte que nada ni nadie te puede arrebatar tu felicidad y tu manera de agradecer con respecto a todo lo que pase en tu vida (aunque sea contradictorio) y jamás permitir que te quiten o te desaminen tus ganas de continuar y tu forma de ver la vida a pesar de que ésta a veces no sea la mejor, pero sabiendo que llegará el maestro indicado para ayudarte a cambiar de idea y conciliarte hacia algo sincero y bueno por medio de tus propias creencias, revelaciones y decretos positivos”, es enseñarte a mirarte al espejo para decirte directamente a los ojos como buscando al universo gracias por lo que me has dado, lo que he vivido, lo que he superado, por los miedos que siento cuando no sé cómo enfrentarlos para luego avanzar hacia adelante y jamás hacia atrás, por los tormentos que he atravesado porque me llevó a convertirme en una persona resiliente, divergente y resistente; gracias por todos esos seres extraordinarios que me enseñaron a que la vida es solo un momento y que debo aprovecharla al máximo sin perder el tiempo, gracias también por esos seres despreciables que hicieron de mi vida un laberinto sin tener a dónde escapar, ellos me enseñaron a brincar los muros más altos que me mantenían encarcelado; gracias por darme la oportunidad de existir en mi propia realidad y en la de otros; gracias por darme la capacidad de escuchar, oler, tocar, mirar y sentir; gracias universo por la forma en que tú me has dado las cosas, entre señales, mensajes o voces que llegan a mi mente, a mi corazón, a mi alma, a mi espíritu y a toda mi energía de mi cuerpo etérico; doy gracias por tus enseñanzas en la vida que provienen por medio de quien sea, “agradezco y soy feliz”, aunque mi felicidad a veces sea quebrantada sé que debo dar las gracias para renovarme y volver a ser feliz si solo creo en mí, porque en la felicidad puedo agradecer todo lo que soy y lo que antes era, y aunque en el pasado si me forma de ser no era la mejor versión de mi pues en este presente considero que empiezo a evolucionar, gracias por darme la oportunidad de seguir siendo tu discípulo, porque me ayudas a crecer y superarme como persona; gracias porque soy feliz porque sé que existo, sé que vivo, sé que cada día seré alguien mejor, porque transmuto para bien todo lo que me afecta y me irrita, gracias te doy universo por jamás abandonarme, si yo soy feliz entonces regalo mi felicidad a todo aquel que la necesita, y aunque en la realidad a veces esta emoción no se vea expresada es porque estoy en un proceso de establecerme de nuevo hacia dicho estado emocional; todo cambia y varía, la vida es un progreso que va desde el dolor hasta la superación de lo que fuimos y ahora somos y seremos por medio de los agradecimientos y las felicidades”, “ser feliz es mi elección, dar felicidad es mi pasión, y recibir felicidad es y será todo un honor, gracias universo por enseñarme a jamás rendirme antes las adversidades, y yo decreto lo bueno, y agradezco lo que vivo.

Así que querido lector, no seas tan autoritario contigo mismo, debes y puedes a cada rato abrazarte sin medida de tiempo alguno, sin excusa para expresarte amor propio, de curarte, sanarte y escucharte cuantas veces sean necesarias, no seas tan negligente con lo que sientes, forja un lazo de amor propio contigo y él te ayudará a dejar fluir lo que ya no debe estar, déjalo desintegrarse en tu alma, y déjalo fuera del contexto y del precepto de la realidad, ya que dicho precepto es solo un disfraz que esconde a nuestro verdadero yo que puede estar en muchas formas de la conciencia del ser, porque “para ser felices tendríamos que quebrar la realidad del espacio-tiempo que vivamos, y agradecer por todo aquello que nos pase dentro de la misma realidad, porque a raíz de esto descubriremos la forma de entrelazar la conciencia de lo que es y no es real, y pese a que será un camino difícil de andar, es elegir ser feliz aun cuando la realidad te diga por un instante todo lo contrario, es sobreponernos y avanzar”, por la motivo, agradece todo lo que pasa, y se feliz a pesar de todo lo que acontezca en tu vida. Que el Gran Creador, el universo, la vida y el destino, regocijen tu hermoso corazón, bendiga todo tu ser y te glorifique siempre hacia una mejor vida de la que puedas tener ahora, un abrazo! 

Atte. Prof. Miguel Orellana.