"El Método Orellana" (Volumen IV). Artículo número 26.

Los inevitables calvarios que existen en nuestras vidas a través del caos y del orden de lo que somos y de lo que nos rodea, reconociendo que siempre debemos aceptar nuestros defectos ignorando el hecho de que jamás encontraremos la perfección en nuestra forma de ser, sino que en el intento de mejorar estará la luz y la confianza para demostrarnos que estamos capacitados y superar cualquier decadencia o desesperación de aquello que nos acecha y nos derrumba en la vida.

Bienvenido:

Existen muchas cosas en nuestro entorno de las cuales fueron creadas a través de la nada como bien dicen los sabios que han pasado y dedicado gran parte de su tiempo en soledad o en compañía de otros seres solitarios estudiando todo lo que ven para así formar teorías válidas que den certezas legítimas e irrefutables al origen de un todo y tratar en lo posible de llegar a una absoluta explicación necia hacia ese todo que viene de la misma nada, como tratando de justificar con base lo que meramente no tiene descripción alguna sino que solo resta en querer “apreciar y admirar lo que de por sí ya existe y está”, es decir, “estamos aquí y es lo que importa”, la cuestión es saber diferenciar lo que sí necesita explicación y lo que no lo amerite, en otro orden de ideas, “¿si estamos aquí y es lo que importa?” podemos también querer conocer qué hay más allá de eso, porque si vemos una piedra que pesa mil toneladas siendo sostenida por dos piedras laterales que apenas tienen un peso cada una de 55 kilos cómo es posible que eso suceda, ¿entonces?, “si solo aprecias y admiras lo que tal vez no tenga explicación lógica para entender y comprender que eso existe y está tal cual a como lo ves serás alguien que no necesita saberlo todo constantemente, sino que solo disfrutarás de esos momentos mágicos en el tiempo”, ahora, sí solo quieres perder el tiempo en saber cómo eso puede ser posible dejarás de hacerte preguntas más importantes que eso, y puede ser que la magia que hacía en que dos piedras laterales que pesaban 55 kilos y que sostenían a su vez a una piedra de mil toneladas por encima de ellas se pierda por completo haciendo que esa belleza inigualable desapareciera en cuestión de segundos nada más por esa terquedad de saberlo todo continuamente, y es que hay ciertas preguntas en la vida en que es mejor no responder, es ahí donde tenemos que diferenciar qué es bueno saber y qué no, y qué tan necesario y beneficioso podrá ser, y te repito, debemos hacernos preguntas mejores, iniciando de esta manera tan sencilla y trillada, ¿cuál es mi verdadero propósito en la existencia de mi vida en este lugar?, ¿quién soy?, ¿qué quiero?, ¿mi vida vale la pena para mí, para otros y para el mundo?, ¿qué espera el mundo de mí?, ¿qué quiero yo de mí?, ¿qué debo cambiar?, ¿qué debo superar?, entre otras interrogantes, y estas son tan comunes pero a la vez se tornan difíciles para contestarlas con sinceridad, y eso sí que es un dilema y muchos no se atreven pese a que son tan viciosas y repetidas como el amor mismo del que todo poeta se la pasa hablando, ¿por qué?, simple, no la contestan porque se la pasan perdiendo sus vidas en otras estupideces como en saber lo de la piedra y se enfrascan en idioteces como en destruir la magia de lo que sostiene dicha piedra, y hasta lo más loco y sin sentido puede tener la respuesta exacta, y es que a lo mejor las piedras laterales estaban en un punto concreto donde podían aguantar de forma liviana ese peso de tal magnitud, y eso se le conoce como equilibrio, mas nada, “equilibrio”, es buscar el balance casi perfecto para que algo ilógico se dé, es como cuando discutes con alguien que se la tira de que tiene conocimiento de causa sobre algo y ni sabe realmente de lo que está hablando, y lo que sale de su boca son puras babosadas, y tú ahí discutiendo, recalentándote y perdiendo tu apreciado tiempo con alguien donde te seguirá dando pelea hasta que tú le des la razón aunque este no la tenga, y es cuando debes pensar que a veces es mejor darle la razón a un ignorante porque si lo analizas bien lo más seguro es que su mente aún no está lista para reconocer sus fallas, pero tú sigues ahí vuelto loco por no darle la razón, porque tu orgullo o tu ego puede más que la paz de tu alma, o es porque crees poder lograr cambiar su perspectiva sin saber que esa persona cuenta con escasos conocimientos donde a lo mejor a ti no te ocurre ya que decidiste crecer y evolucionar, mientras que esa persona se quedó en un estado de encierro fortuito creado por el miedo y lo insoluble, al final solo te quedará darle la razón e irte con tu paz a otros lugares, y no es que se la des porque la merece, solo es crearle una felicidad falsa para que tu paz siga en ti y esta no se pierda por culpa de otros (osea, tú), porque fuiste tú quien lo permitió al no darte cuenta de su poca capacidad mental, y es que en este mundo sobran las personas que siempre quieren ser aplaudidas en el medio de su ignorancia, y esas personas irónicamente se vuelven nuestros grandes maestros espirituales para poder ascender y evolucionar, es como si fuese un comodín en el juego de las cartas de naipes donde ese premio es nuestro mayor tesoro que nos ayudará a poder cruzar el puente del orden y del caos después de haber soportado tantos golpes hacia algo mejor si es que aprendimos a saber cómo y cuándo utilizarlos desde el momento en que fuimos dignos de recibir ese premio que nos ganamos sea por la suerte del azar, por la casualidad de un todo, porque ya estaba escrito en el libro de nuestras vidas y del destino, o que lo acogimos ya que supimos hacernos preguntas mejores y darle respuestas puntuales sin dejar nada por la mitad, sino que lo hicimos a como debe ser, ya que cuando damos inicio a algo la idea es culminarlo y no dejar nada a media, al menos que eso nos esté causando daños y tengamos que sacrificar eso por un corto periodo hasta poder dar fin más adelante a lo que era, ya que dejar algo incompleto no significa que en otro aspecto de la vida no podamos continuar sobre eso que habíamos empezado así sea de otra manera, es recordar repetidamente que no debemos perder nuestro tiempo en nada donde no podamos aprender y experimentar, y si lo hacemos tratemos en conseguir algo provechoso y útil para que nos empujen hacia lo extraordinario, pues la idea es concebirnos en donde sea aunque no estemos cómodos, es aguantar lo más que podamos para despertar en nosotros lo que dentro de esas incomodidades suelen manifestarse como impulsos motivadores que nos llenará ese vacío que solemos tener de vez en cuando, porque irónicamente hasta en los ambientes más terroríficos encontraremos ciertas bellezas que nos aclararán el porqué, cómo y cuándo es que eso llegó a estar a como está, y si le damos el enfoque correcto podremos entender y comprender lo que realmente pudo haber pasado en dichos ambientes donde al principio no estábamos a gusto, y que si llegaremos a estarlo es porque tomamos la elección de darle limpieza y de purificarlo y acomodarlo para mejor sin perder el tiempo con distracciones que no nos ocupa, y eso será siempre lo más importante en nuestras vidas.

Ahora bien, la otra parte de que “si estamos aquí y es lo que importa”, es aceptar que “si ya no estamos eso no querrá decir que dejemos de estar”, porque si nosotros hacemos las cosas bien, nos dedicamos a crecer como personas sanas, curadoras, a ser ordenados, a sacar la suciedad de nuestras vidas, a recoger todo lo innecesario y colocarlo en cajas que serán enviadas al quemadero o donadas a quien le pueda dar utilidad, a ser servidores de otros y ejemplos para algunos, a ser buenos, bondadosos y colaboradores, pues siempre habrá quien nos pueda recordar, pero si somos de esas personas que tratan de ser mejores cada día y vivir en paz con todo lo que vemos no es hacerlo para que nos recuerden, es hacerlo para sentirnos bien con nosotros mismos sin nada de vanidad, es solo sentir la satisfacción de dormir tranquilos sin remordimientos ni culpas de conciencia, de ser felices ya que aprendimos algo nuevo, y de estar orgulloso humildemente sobre nosotros porque también pudimos enseñar a quien necesitaba de nuestra humilde y poca sabiduría, y si es que nos olvidan quizás hasta sea lo mejor que nos pueda suceder, ya que si fuimos personas malas, crueles, indiferentes, insensatas y sin sentimientos sería una buena excusa que nos olviden en la infinidad de la nada, obviamente esperando que los afectados no permitan otra vez estos actos de comportamientos aberrantes porque aprendieron la lección y así saber qué hacer y cómo accionar a la hora que de que el destino los ponga a prueba y les presente algo igual en un futuro incierto, y si en dado caso fuimos personas ejemplares también es buena idea que nos olviden, y te preguntarás porqué lo digo, de hecho, si lo preguntas más bien yo te haría esta pregunta a ti, ¿te gusta que todo sea fácil?, espero que mi pregunta haya contestado filosóficamente tu intranquilidad sobre esa duda que tuviste, en otras palabras, al final de todo la pregunta que sería más adecuada en este caso sobre el “existe, y está” resultaría ser esta, ¿realmente supimos vivir mientras estuvimos vivos? o ¿nos vivimos la vida sin haberla sentido a cómo debía ser?, y es que a cada momento vemos y escuchamos incógnitas por todos lados, pero muchas de esas dudas quedan sin ser resueltas, “algunas porque como te dije al principio solo resta “apreciar y admirar”, y otras porque nos da pavor responder con sinceridad y desde lo más profundo de lo que somos, cuando que lo somos es un universo buscando su punto exacto para mantener su propio equilibrio, algo así como intuir el balance ecuánime de ser conforme con ciertas cosas e inconforme con otras, es intuir cuándo abandonar el conformismo para encaminarnos a otros ámbitos de la vida gracias a esos movimientos irregulares y/o necesarios que nos incitan al inconformismo, pero sabiendo que existen algunas bellezas e incluso deformidades que no pueden ser tocadas, modificadas o renovadas, es ajustarse con la idea de que ciertas cosas son lo que son porque simplemente así son, es su naturaleza y ellas no cambiarán ni porque sepan que pueden destruirse a sí mismas con el paso del tiempo, y si por accidente las hacemos cambiar estas perderán su gracia y su encanto sobre lo que eran (sea bueno o malo), porque justamente esa gracia y ese encanto de alguna forma extraña será parte de esos aprendizajes que debemos seguir absorbiendo, y es cuando recordamos que en este lugar habrán quienes no se transformarán en algo nuevo ni porque les pasen millones de circunstancias malas que eran motivos para hacerlas cambiar de parecer y de opinión, ¿por qué?, increíblemente porque es su naturaleza ser así, y solo queda observar y aprender lo bueno que pueda tener ella, de lo contrario no vivirás a como se debe”, como por ejemplo cuando alguien te dice un pensamiento que inicia de esta forma, “ser feliz es la mayor hipocresía que ha deseado o anhelado el ser humano, en virtud que mayormente se la pasan más queriendo vivir en caos que vivir en el orden de su todo a pesar de que paralelamente uno se deba al otro, solo que los humanos no saben estar quietos dentro de esa felicidad, y siempre buscan algo que los inquiete, incomode y desoriente, y es por esa avaricia de querer darle desorden a su vida tanto en el exterior e interior de lo que ellos son, porque ser feliz siempre será un reto para el ser humano, pero se olvidan de esos retos porque saben que la creación de la verdadera felicidad deberá empezar desde lo más recóndito de su ser para exterminar todo lo malo que exista y dar vida a lo bueno que aún tiene por aflorar hacia esa superficie donde suelen vivir falsamente con caretas de alegrías, en cambio no ser feliz paradójicamente es la mayor felicidad que el humano experimenta todos los días, bailando en sus decadencias, y cuando no están dentro de esas desgracias sino que por casualidad de la vida llegaron a un nivel donde su felicidad es pura y genuina enseguida hacen lo que sea necesario para que esta se vaya de su ser; y aun se preguntan si realmente el humano desea tener paz tanto en lo personal como en todo lo que le rodea”, y justo en este momento te pregunto, ¿existe gracia o encanto en ese pensamiento?, de una forma lógica lo hay, pero si eres de los que aún tienen esperanza tú le refutarás ese pensamiento a quien lo dijo porque “el ser feliz no se sujeta de la hipocresía, se debe agarrar de la verdad de lo que somos, y si esa verdad nos lleva a querer perdernos para encontrarnos entonces es cuando arriesgamos a que otros dejen de apreciarnos y admirarnos, porque muchos están contigo pero no con tu verdadero yo, sino con esa careta hipócrita que sigues colocándote cada vez que sales al mundo de la superficie, cuando que en realidad es dejarte ver tal cual a cómo eres, y eso es lo que debería importarte, sabiendo que podrás ser alguien mejor”, es como cuando alzamos nuestras vistas para descubrir qué hay más allá del cielo, pero pocas veces bajamos nuestras miradas para saber qué hay más allá de la tierra que se oculta en grandes océanos, en otro contexto, “solemos mirar más el exterior que el interior”, y así pasa con el humano, se preocupa más en saber qué es lo que hay fuera de él que en saber qué hay dentro de él, porque le da más prioridad a la periferia de lo que ve que al hondo de lo que realmente es, y es cuando la humanidad ha hecho mucho más por hacer hasta lo imposible en llevar sus ojos hacia la búsqueda de otros planetas existentes del magno universo que bajar sus vistas hacia grandes océanos que al parecer son eternamente profundos, misteriosos y oscuros sin nada que los alumbre porque esas miradas del humano suelen dar luz cuando realmente buscan con esmero y esperanza, y lamentablemente hasta que el humano no aprenda a querer hacer preguntas mejores sobre sus vidas, la creación, y todas las cosas que se ocultan a simple vista no logrará obtener el comodín de los naipes que le servirá para cruzar el puente a lo nunca visto.

Todos sabemos que nos fascina ser curiosos pese a que la curiosidad pueda alterarse algún día en apatía porque nos cansamos en seguir explicando lo que de por si hemos dicho una y otra vez durante esas búsquedas que hacemos, solo que esa apatía puede apartarnos de la belleza que aun vale la pena poder observar y de vez en cuando explicarlas a través de lo que sea, pero así como la curiosidad se puede mutar en apatía también la apatía puede transmutarse en “participación”, ya que si decidimos ser personas indiferentes porque a lo mejor sobran las razones del por qué llegamos a ese término no tenemos por qué pagar dicha decisión con quienes quieren que nosotros formemos parte de lo que existe, ya que participar nunca dejará de ser una buena idea, y no es que estemos obligados a ello, sino que en muchas ocasiones el querer contribuir nos ayudará a involucrarnos y vincularnos y más si es por un bien común, es dejar que nuestras virtudes, inteligencias y experiencias salgan a flote y demos conocer al verdadero yo que esconde esa parte excelente de lo que somos a pesar de que en algún momento por malas decepciones fue que llegamos a convertirnos en seres apáticos, apartados y obstinados, pero cabe preguntarnos si dentro de esa apatía hubo antes un completo caos que nos hizo ser tan irregulares con quien trata de ser regular con nosotros para luego aceptarnos con amor gracias a esa toma de la conciencia de entender y comprender, y dar orden a lo que ya estaba ahí a simple vista o escondido de todos pero con algo peculiarmente notable para que eso fuera enaltecido una vez que empecemos a abrir nuestra conciencia a través del “yo superior humilde”, y cuando digo “humilde” es porque muchas veces el ser humano cuando puede encontrarse y conectarse con ese nivel superior de su “yo” es cuando se van para el inframundo de la soberbia exageradamente elevada, olvidándose por completo que cuando logramos poder llegar a ciertas sabidurías del ser, de la naturaleza y del universo es nuestro deber mantenernos siempre sencillos, modestos y decentes, y nunca dejar de ser aprendices porque a cada rato la creación nos regala enseñanzas que pueden provenir desde donde uno menos se los espera, dichas enseñanzas son para prepararnos para luego estar capacitados en todo los sentidos sensoriales posibles y así tener la dicha de esclarecer lo que a primera impresión nos sorprende, desorienta y/o inmuta; lo que pasa con el “entender y comprender” es que son muy difíciles de analizarlos y reflexionarlos cuando nada tiene algún tipo de sentido común o al menos prudente dentro de la realidad en que vivimos, ¿pero?, si solo el ser humano califica a la realidad como una sola pieza de algo asimilado entonces su mente siempre estará cerrada y estancada en una habitación sin salida, y por más que esta se esté incendiando  dentro de esas cuatro paredes no podrá ver el más mínimo hueco para empezar a golpearlo con fuerza y hacer que se vaya agrandando cada vez más en ese momento de desesperación, y resulta curioso que durante el proceso de la desesperación equivale a dos realidades de la mente, una es donde esta se deja llevar para caer en la decadencia de su entrega final a la muerte, donde decide no luchar más porque el cansancio y su falta de motivo acabó con esos propósitos que solemos tener para seguir experimentando lo que aún nos falta en este primer viaje que hemos realizado, y la otra realidad es donde la mente empieza a buscar los respiros que necesita porque sabe que el humo producido por el incendio en esa habitación la está sofocando y matando rápidamente, sabiendo que el caos la llevará a encontrar una solución inmediata para darle orden a su propia decadencia y así tener las ideas adecuadas y actuar libremente para terminar con éxito la tarea que estaba haciendo al principio de romper esa pared que la impedía a salir de ahí, pero ese impedimento fue realizado por ella misma, y era causado nada más por el pavor a no reaccionar cuando debió hacerlo desde el principio del incendio, y así se la pasa la humanidad, tratan de responder después de lo ocurrido, y les pregunto, ¿para qué lo haces si ya pasó?, el designio era “antes de”, no “después de”. Sabemos con exactitud que la humanidad está repleta de defectos, equivocaciones, errores, ¿por qué?, ya lo deberías saber, “no somos perfectos, nadie lo es, y cuando logras ver lo perfecto creado por el humano si buscas bien encontrarás una imperfección que si se llegara a salir de su base puede crear un completo caos, pero que mientras sepamos mantener el balance correcto se logrará esa perfección indestructible”, y por tal motivo es por eso que debemos quitarnos los calvarios que nos causan heridas irreparables, y comenzar a través de esos momentos silenciosos de meditación, y más aún si estamos atravesando por circunstancias de desespero, porque el meditar nos aclara la vista, libera la mente, relaja el cuerpo, calma el espíritu y el alma, y nos da las herramientas para atacar con valentía aquello que nos puede o nos sigue provocando ahogos, desdichas, infelicidades, y angustias, cargando con esa cruz como si fuese nuestro peor calvario, y cuáles serían estos te preguntarás, y si ya lo sabes te los confirmo, desconocimientos, caos, desorden, irresponsabilidades, crisis emocionales, falta de equilibrio, inseguridades, desconfianzas, resentimientos, remordimientos, culpabilidades, perdida de la integridad, dignidad y autenticidad, desestimaciones, excusas, discriminaciones, humillaciones, debilidades, desprecios, arrebatos, turbialidades, etc… y es por eso que en el mundo espiritual del ser es tan importante la herramienta de la meditación porque ella siempre nos alentará a superar los obstáculos que nos retienen y nos encierran en paredes imaginarias donde solemos estar nada más que por terquedad, y esperando a que alguien haga algo por nosotros, ¡y no!, no esperes jamás eso, eres tú el único dueño de tu destino para poder llegar a donde tú quieras ir, porque si hablamos de una forma fría yo te diré que cada quien tiene sus obligaciones, ocupaciones y cosas por hacer, y no están con el deber de ayudarte, y si lo hacen bien por ti, aprovecha esa oportunidad, y si no lo hacen eres tú quien debes hacerlo, eres tú quien está en la obligación de recoger tu desorden, colocarlo en cajas, mandarlas al quemadero o a quien las necesite y volver a reorganizarte, y a partir ahí ojalá que tú seas lo más feliz posible para que tu alma, tu espíritu, y tu ser viva en ese balance casi perfecto. 

Así que querido lector, me gustaría que no te olvidaras de algo muy importante que te diré acerca de la curiosidad y de la apatía; la curiosidad quiere saberlo todo aunque muchas veces ni sabe con qué propósito es que lo quiere saber, sin importarle que dentro de esas búsquedas y encuentros ella pueda salir herida, maltratada y humillada, pero ella sigue ahí preguntándose por todo, hurgando en todo, y queriendo saberlo todo, pero a decir verdad, ¿de qué le ha servido conocer todo acerca de todo si no lo pone en práctica en su vida?, en cambio la apatía es totalmente indiferente a ese todo, no quiere tratar con nadie, no quiere hacer lazos con nadie, no quiere saber nada de nadie, no quiere que ni siquiera sepan que ella existe, solo ella vive entre todos viviendo a su manera pero a la vez todos se dan cuenta de que ella es notablemente vista, apreciada y admirada irónicamente, pues muchos quieren que ella participe en lo que sea para que pueda hacer algo por el bien común y la evolución global de cualquier existencia, y estos mismos que quieren que la apatía sea partícipe son sarcásticamente los que rechazan a la curiosidad, ¿raro no?, bueno, más que extraño es contradictorio, porque se debe suponer que si somos curiosos es porque vivimos con la duda de que algo nos falta, y si somos apáticos vivimos indiferentes hacia esa falta, es decir, nos da igual, ¿entonces?, ¿qué hacer?, solo queda mezclar la curiosidad y la apatía, la amabilidad y el desagrado, la felicidad y los cambios que muchas veces nos hace pasar por tristezas, nostalgias y decadencias, pero luego serán transformadas en alegrías, al igual que reconocer los defectos y las bellezas, la desesperación con la calma, la decadencia con el surgimiento, y por último, aceptar una vez por todas que somos luz y oscuridad, pues todo en la vida es un balance y que a su vez son dualidades eternas, así como el caos y el orden, ya sabremos nosotros que elegir, es nuestra decisión, de nadie más, tu veras que te conviene, si quedarte con una sola naturaleza, o simplemente conocer infinidades de ellas, y avanzar. Que el Gran Creador, el universo, la vida y el destino, regocijen tu hermoso corazón, bendiga todo tu ser y te glorifique siempre hacia una mejor vida de la que puedas tener ahora, un abrazo! 

Atte. Prof. Miguel Orellana.