"El Método Orellana" (Vol. IV). Artículo número 30 (último).

La salida hacia la luz del ser consciente desde las oscuridades del ser real, valles que fueron recorridos con el único propósito de iniciar una búsqueda de respuestas en lugares jamás pensados, y a medida que las encontraba las reconocía para así poder comprender todo aquello que amerita su existencia aun cuando sea inexplicable, una razón más para que el ser acepte lo que es,  deseche lo que está mal y renazca hacia lo que será gracias a las transformaciones continuas, dirigiéndose así a otros espacios para desatar los nudos de los misterios de la creación,  según “El Método Orellana” (Volumen IV).

Bienvenido:

La humanidad cuenta con tres tipos “del ser”, el real, el espiritual y el consciente, y estos son obtenidos luego en que el alma escoge a su vínculo canalizador (energías de la materia) para que le dé forma a un cuerpo que se convertirá en un vehículo modificable lleno de energías que dará surgimiento al espíritu que la representará en el plano de lo tangible, también esta máquina inherente a los “elementos provisorios” del planeta contará con muchas cualidades extraordinarias para hacerse notar en el exterior y que al hacerlo irá comprendiéndose y entendiéndose a sí misma con el fin de lograr el alcance hacia las llaves del destino que abrirán raras puertas permitiéndole así el impulso a otros retos cada vez más difíciles de alcanzar, al igual este cuerpo que protege al “ser esencial” tendrá la capacidad si así lo dispone de interconectarse con las emociones y sentimientos que emiten el órgano del corazón para darle al alma y al espíritu una abundancia de sabores sobre “el algoritmo del sentir”, de lo contrario su existencia y vida como tal es como si estuviese en un cuarto ilusorio y vacío sin ninguna probabilidad de reconocerse, y que aunque pueda llenarlo con muchos objetos tampoco le será útil, ya que al no poder sentir pues “la nada” se convierte en su némesis, y es por esto que muchas almas al llegar sienten desprecio por casi todo, abnegándose a lo que por ahora no ha sido revisado, examinado, y hasta deleitado, es por ello que es obligatorio la función secundaria que tiene el corazón como uno de los órganos más destacables después del cerebro, porque aun cuando una persona fallece “el cerebro” sigue trabajando por un tiempo preciso más, con la diferencia que este ya no tiene ninguna clase de afecto, solo informaciones, corrientes electro-magnéticas, y vagas imágenes que se disuelven cuando van entrando a un portal de regreso a como lo era en su principio, y si acaso hay una mínima cuadrante abstracta de su diseño “el ser de la conciencia” le será de gran ayuda para aliviar su desencanto, o mejorar su deslumbramiento que tuvo con la existencia anterior (almas reencarnadas) sabiendo el papel tan exacto que tiene el órgano del corazón en el viaje porque este se encargará de darle una interpretación más lógica a su nueva forma de vida, entre el recibir y dar expresiones sinceras a través de sensores ionizados que fluyen por conductos (venas) que son conocidos en “el orden del todo” como “los túneles magnéticos y energéticos del ser”, y esto es de gran interés para que pueda aceptar nuevas formas de “consignaciones conscientes”, y una vez que se realice toda esta mezcla entre el alma, su extraño cuerpo y el espíritu se le identificará bajo un nombre aun cuando esta entidad ya tenga una identificación nata a través de su luz emancipadora en el universo omnisciente y que se distingue con tan solo verla, pero dentro de lo terrenal le será interpuesto otra clase de identidad llevándola a ser un individuo común y corriente para concebirse (mientras tanto) en lo que muchos llaman “la realidad de lo normal” por medio de sus desarrollos, crecimientos y supuestas superaciones, puesto que “el alma es un espectro de la conciencia mayor fortuita de la fuente suprema de la creación que fue diseñada con el objetivo de dar divinidad presencial a una luz propia que se transmuta como una materia que siempre estuvo presente pero esperando el retoque final de la llama transmutadora para que esta no pudiera más adelante ni crearse o destruirse a ella misma, sino que inevitablemente transformarse hasta el fin de los días porque para eso es que fue moldeada, y así tener la oportunidad de experimentar una expansión masiva e indefinida entre lo que se consagra como realidad, sueños, ilusión, desdoblamiento, y enlaces extra-dimensionales, y que durante esta primera o infinita exploración es que tendrá en diferentes escenarios la inserción en su conciencia de las misiones que esta deberá cumplir a donde quiera que vaya muy aparte de las libertades que se sitúan entre el inconsciente y el subconsciente y que si por casualidad (motivos del exterior vs experiencias) o por llamados (atención vs señales internas) son tomadas a brazos abiertos y con sutilezas se le puede aprovechar al máximo para hacer otras vicisitudes que no estaban innatas en su ser universal y que al aplicarlas ella podrá sentirse a gusto, cómoda, y tranquila, o en su defecto inconforme, intolerante, e inquieta, pero debemos estar claro que todo esto pertenece a un plan magistralmente perfecto que ha sido diseñado para que “el ser” tenga un propósito, un sentido, y una racionalidad variante con la idea de que pueda familiarizar su “existir” y “coexistir” con su conciencia, para que con el paso del tiempo tenga la facultad de ascenderse y jamás quedarse atrapado en una sola visión de su “retrospectiva”, tres puntos primordiales que pueden convertirse en armas de doble filo hacia los espacios y tiempos de sus orígenes si es que no se le da el uso correcto durante sus caminos para que cuando se acerque el final no se haga la petición de volver nuevamente, sino de avanzar a lo desconocido”, ya que si “el ser” solo se destaca por “existir” y obvia a la “coexistencia” con los demás no podrá manifestarse con el otro para aprender, enseñar, compartir, amar y corregir, si “coexiste” más pone a un lado su “existir” no estará dándose crédito ni criterio propio para creer, opinar, cambiar, refutar, defender, eliminar, sustituir, reconstruir, construir, y seguir; ahora si se queda nada más con la “retrospectiva” sin ver otros enfoques de las existencias y coexistencias que van llegando al momento idóneo en que se necesita entonces solo se interpondrá oscuridades ante los pensamientos, las imaginaciones, ideas, creatividades y la autenticidad de aquello que hagamos; es por tales motivos que siempre se recomienda en que “el ser” se compenetre en “existir y coexistir” sin que la “retrospectiva” lo limite a querer sentir otras sensaciones, percepciones, y apreciaciones que quizás estaban en un estado del rechazo, pavor, y de bloqueos, y una vez que sepamos que la unión del alma que tiene su propia conciencia con el ser que se hace consciente es algo fuera de este mundo es cuando comprenderemos y entenderemos que nosotros hemos venido de arriba, y se nos hace tan poco válido que nos creamos una metáfora de que existen otras vidas en otros mundos, y henos aquí, a fin de cuenta, somos nosotros los que llegamos como seres interestelares, y es por eso que ahora al estar aquí en la superficie es que debemos hurgar lo hondo del océano, es decir, lo que está interno del alma con el ser, esa es la nueva misión, y de ahí en adelante saldrán otras que tenga su propósito y a lo mejor hasta uno de ellos sea dejar una huella en este mundo que alguna vez fue conocido como “T-erra”.

Durante las ubicaciones momentáneas, exactas o erróneas del ser en su universo este generará sin estar consciente una serie de fórmulas escondidas desde la oriunda providencia de la luz para ayudarlo con sus debilidades para que sean transportadas en fortalezas, porque si se mantiene débil ante aquello que quiera dominarlo se hará costumbre a que otros lo hostiguen, utilicen y le digan qué hacer, volviéndose un peón inocentemente sobre un juego que no tendrá ningún beneficio para el que nunca escuchó “el llamado de su alma luminosa”, pero que si le presta la atención requerida a esas debilidades para reconocerlas, aceptarlas y cambiarlas por medio de un proceso doloroso y de aguante es cuando la fuerza toma el poder por encima de cualquier circunstancia personal o social para llevarlo a buscar otras salidas en un callejón que según estaba cerrado, y es que si permitimos que nos invada la falta de creencias en nosotros solo estaremos coaccionándonos para no sentir los indicios que nos da los misterios de la vida, ya que gracias a ellos es que lo desconcertante nos invita a soltar viejas programaciones para armarnos con las herramientas que se nos dé en el pasado o que encontremos en el aquí y el ahora para saber cómo, cuándo y dónde deberán ser usadas y así no rendirnos y mucho menos huir ante cualquier situación que nos quiera ver deprimidos, confundidos, y desconfiados; es que la curiosidad nos puede enviar a nuevos entendimientos de aprendizajes incluyéndolas en base de reflexiones para que nos nutra con excelentes conocimientos  básicos y estrafalarios, porque de qué sirve ser alguien curioso si al momento de tener en tus manos lo fenomenal o lo dañino no veas la belleza que te da tu yo superior para que no repitas lo que se supone como una lección y que más adelante sepas a qué abstenerte por tu propia seguridad o a qué seguir para abrirte a la razón de lo sano, verdadero y sencillo; es que la tiniebla nos puede enviar a nuevas y precisas comprensiones desde lo más comprimido de lo que somos así sea que existan en ellas traumas, culpas, o resentimientos aun cuando no sean de nosotros (legado de otras inconsciencias), y en ese instante en que todo está oscuro, nublado y frío es que nos dejamos caer en los desmoronamientos con el único fin de dar realmente un reinicio voluntario desde el amor propio para que la luz pueda encenderse y vencer los demonios que veremos en estos espacios, y ese punto ciego que se conservaba como una negación ahora será quien te dé el empuje para emprender el vuelo de la firmeza, la confianza, y la persistencia hacia todo lo magno que te espera con alegría porque sabe que a partir de esta toma de la libertad de tu conciencia por los aires es que tu ser propio no se verá afectado por tentaciones negativas, distracciones innecesarias, y malas corrientes energéticas que contengan baja vibraciones que no le hará ningún bien a tu alma que debe permanecer siempre en una frecuencia intachable, para que el cuerpo, el espíritu, la mente, y la esencia estén más que conforme contigo, siendo así el hecho indiscutible de retirarte de cualquier ambiente cuando los presentimientos te avisen, de desanudarte cuando las ataduras te cohíban alzar el vuelo hacia la evolución, y de introducirte por sí solo en lo sombrío cuando creas que el orgullo está más arriba que tu humildad y tu sencillez, puesto que será una forma sensacional de recordarte a ti mismo el porqué es tan recomendado volvernos a servir desde la gracia de la sensatez ciega para iluminarnos desde la gracia de lo frívolo, una manera en que “la llama transmutadora” nos dé el calor de agraciarnos con los valores y principios del ser auténtico que tanto debemos proteger, y nunca condicionarlo, porque al hacerlo este no podrá inferir lo que significa “un ser real, un ser espiritual, y un ser consciente”; para aclararte lo que para mí significa cada uno te lo diré de esta manera: “El ser real” es aquel que sabe que viene a cumplir con una o muchas misiones encomendada por el supremo más aquellas que él mismo se permitió por el derecho del albedrío, y que después es que llegará la hora de volver a la casa del cosmos, que su existencia es más importante que su vida, que todo lo que toca no es nada más que una simulación mayor de la luz, que todo lo que siente son paradigmas del universo que se extrae desde la mera existencia de lo que llamamos “mundo terrenal”, y que todo lo que se haga en este espacio será devuelto de alguna forma, es la ley del rebote; “el ser espiritual” es aquel que sabe que todas las energías son necesarias para poder transformarse cuantas veces lo amerite, que deben fluir como el agua en río sin que ninguna piedra la tranque, que su emisión debe ser enviada con cargas positivas para el compartir de todos con el todo, y que al recibir aquellas que estén afuera de nosotros pasará por la fase de filtrado a través de los chakras lineales al cuerpo para que ninguna emoción o sentimiento se desestabilicen, y que si llegara a hacerlo la energía reajustara todo a cómo debe concentrarse y balancearse; “el ser consciente” es aquel que supo cómo convivir entre todos pese a las diferencias, que la verdad fue su filosofía de vida, que la ilusión se impuso como su mejor maestro de la realidad, que el despertar de la conciencia es lo mejor que le pudo haber pasado para vivir en paz consigo mismo desde el criterio propio de la mente, que los sueños son solo avisos acerca de lo que pasó o puede pasar, que el servir en pro de algo no simboliza que estemos como sirvientes, sino que nos ayuda a amarnos el uno con el otro tal como lo dijo El Supremo, que el no esperar nada de nadie es una alucinación de la divinidad pura donde lo recíproco ya no es parte de la iluminación, que el regocijante amor es una bella excusa que utilizamos a diario para poder conseguir, cumplir, o cubrir con los deseos y placeres que siempre nos llevan al sufrimiento de las lecciones del ser, que ninguna alma se salva de no reencarnar de nuevo, sea en este planeta o en otro totalmente desconocido o al menos borroso en su memoria galáctica, y que si somos seres reales y espirituales podremos ser energías que se la pasan en constante movimiento tanto para acercarse a donde sea llamada para crecer en conjunto y ser más fuertes al estar entrelazadas por buenas razones o alejarse de donde sea sesgada por la ignorancia, el umbral, y el síndrome del ojo dormido, siendo tres aspectos que contaminan a un ser consciente por su terquedad de querer obsesionarse a que otros sean a como este lo es ahora, despierto, libre y concientizado.

A medida que vayamos desarrollando el don de las creencias en nosotros es que iremos descubriendo y descifrando los códigos que podrá quebrar lo dogmático para empezar a ver todo desde aspectos distintos que nos sujetan a una sola manifestación de la realidad, desviándonos agresivamente para no sentirnos como seres de luz, pero sobre todo para no despertar la conciencia dormida del ser para que esta no se registre en un mundo que lamentablemente fue apresado por entes malévolos que quieren conservar el control por sobre todas las cosas, y que por tales razones no les conviene contar con las compañías de seres vivos conscientes que sepan procesar para bien lo que hasta ahora se encontraba en negación, pero estos entes oscuros se la pasan creando entretenimientos para idiotizar a un alma llevándola a su frecuencia más débil, y se olvide por completo que ella cuenta desde su lugar de origen en el universo con las características para dejar salir lo que la atormenta, frena o atemoriza, y que de no hacerlo vivirá encerrada en un círculo sin aberturas, es como si estuviese dentro de una cárcel interpuesta que no tiene barrotes reales sino que los hizo imaginarios por el simple hecho de no querer ayudarse con la tele-transportación del ser para volver a respirar aires de “independencia” o de recibir la ayuda para restablecer lo que solo estaba como carencias en ella desde el punto de vista entre la propia identidad, la fe, y la esperanza, creando de esta forma desidias, destierros, y degradaciones, y en esos eventos es que esta alma poderosa que fue gestionada por la creación es que debe unirse con su ser real, espiritual y consciente para que ande sobre los causes de la fluidez de la vida y del destino, un punto medio donde las dudas forman parte de nosotros y estas nos llevan a querer preguntarnos qué hay más allá de lo que no es visto porque alguna montaña tapa su demostración, pero que si somos de los que tomamos riesgos siendo precavidos podemos decidir agarrar lo poco que nos mantenga de pie mientras nos encaminamos hacia eso que nos dará las sabidurías eternas que nos falta, ya que no debemos negarnos a la posibilidad de que por cada viaje que vayamos haciendo estos nos regale los estímulos para salir de lo oscuro del ser a la luz del mismo, y entre ellos podemos mencionar el desahogo, la descontaminación, limpieza, orden,  tolerancia, desbloqueo, condescendencia, pérdida, tristeza, sufrimiento, entendimiento, comprensión, sensibilidad, raciocinio, felicidad, éxitos, prosperidad, fluidez, relaciones, compartimiento, sencillez, humildad, amor, bondad, sincretismo, respeto, el valorar, educación, sincronicidad, armonía, calma, convergencia, transitoriedad, objetividad, equilibrio, liberación, lazos, redirecciones, y surgimiento, y cada uno de estos maestros de la vida es para saber que a donde nosotros nos dirijamos no estaremos exento a que podamos atravesar por todas estas emociones, circunstancias o procesos internos del ser, y es porque forman parte de nosotros, con la peculiaridad de que si los hacemos cambiantes en lo positivo sin negar nada en absoluto podremos vivir de una forma más real, espiritual, y consciente entre el ser energético y la luz divina de la bella creación.  

Así que querido lector, este mundo es insignificante ante la grandeza de otros de su exterior pero a su vez hermosamente complicado y misterioso en lo interno de su núcleo progresivo a pesar de la nada de sus comparaciones invisibles y donde su mayor especie viva es la humana, y que por ende podemos deducir que muchas veces en lo mínimo como la punta que marca un lápiz sobre cualquier superficie encontramos más magnitudes internas al colocarle un microscopio que aquello que se ve inmenso y que por dentro realmente están desocupados sin tener algún tipo de viento a su favor; resulta fascinante saber que nuestro Planeta Tierra ha sido hasta el momento el mundo que pese a su pequeño tamaño contiene toda una constelación que lo hace fosforecer ante ojos que nos puedan vigilar, probar, examinar, detallar, visitar, y tal vez envidiar porque todo lo que ocupa a este mundo está repleto de vida por donde se le mire, sea humana, animal, natural, y a lo mejor estén ciertas existencias como criaturas mágicas que todavía están presentes y que lograron convivir por un buen tiempo con todos a la vez ya que estas fueron creadas al principio del todo porque formaba parte de la chispa suprema, pero esas vidas que al sol, a la luna, y a las estrellas de hoy tuvieron que escudarse para sobrevivir de la gran mayoría de los humanos porque tristemente los invadió el deseo, la envidia, la codicia, la manipulación, el ego, y querer saberlo todo, dejando atrás toda clase de conexión a través de la verdadera conciencia del ser consciente universal, donde el amor no era necesario tenerlo entre nosotros, ni lo separábamos de la conciencia del alma, o le dábamos subtítulos para cada cosa que pudiéramos hacer, el amor desde el origen del todo era esa luz energética que se alineaba para interconectar el vasto universo con cualquier existencia posible que se hallara desde un planeta no visto, una galaxia, un portal de agujero negro, una estrella, y hasta podía llegar a todas esas partículas, átomos, o materias que esperaban el momento adecuado para moldearse, solidificarse, o transformarse e iniciar una vida propia que ahora tendrá porque ha llegado su momento de ser, pero cuando el amor fue arrancado de la conciencia como si se tratara de una pieza que se vende aparte para terminar de armar el rompecabezas es cuando se empezó a dividir para luego marcar a las creaciones con identidades mundanas, y me refiero a nombres y apellidos, una manera cándida de que el alma olvide su propia esencia, y la humanidad siguió clasificándolo todo entre colores de piel, ojos, parpados, cabellos, alturas, lo ancho, lo angosto, creencias, idiomas, tradiciones, recursos naturales, títulos, rangos, propiedades, mediciones, especies, culturas, estatus social, y ni hablar de la política y economía, entre otros, y desde el origen en que el humano perdió ese rumbo de que su existencia era una más del todo con el todo es cuando suprimió a los rincones del limbo de la perdición el gran poder que tiene el ser gracias a su alma viajera que viene de la luz de la fuente mayor creadora, archivando en este limbo lo poderosa que puede llegar a convertirse su mente así como lo era antes donde podía mover, destruir, hacer, modificar y transformar lo que esta quisiera sin importarle el peso que tenía, pero esa virtud era bajo la base del amor, y la paz era con ellos sin condiciones, la armonía era el mejor sonido de los elementos, y la evolución era toda una delicia natural, no había premios, sellos, o maldades, y la oscuridad ni siquiera se veía en la noche, porque era tanta la luz que emitían estos seres que la noche era la punta de un lápiz, no se postraba ante el mundo, al menos que estos quisieran hablar con su antigua casa astral, era la única forma en que las estrellas fueran quienes alumbraran a lo que antiguamente se le bautizó como “T-erra”, hasta que el humano le colocó su propia identidad, una que fue interpuesta por su yo superior distorsionado, colocándole “Planeta” y de paso una “I” a “T-erra”, demostrando así una superioridad para seguir distinguiéndolo todo, y mientras esta raza siga con eso ojalá entonces que este mundo se autodestruya, porque si en dado caso es que la humanidad proviene de otros mundos del universo, es muy creíble que los hayamos desterrados por las mismas razones que te comenté anteriormente, y si no cambiamos hay una loca idea que manejo en que el mismo universo también deje de existir, ya veremos qué pasará, ya veremos si lo permitimos, o ya veremos si todo era solamente una simulación de un sueño lúcido desde cualquier lugar remoto en lo más interno de la fuente mayor, solo para ver si realmente vale la pena crearnos, como si fuese un reto desde la oscuridad del ser para salir a la luz y ahora ser más real, más espiritual y más consciente de todo, y del todo. Que el Gran Creador, el universo, la vida y el destino, regocijen tu hermoso corazón, bendiga todo tu ser y te glorifique siempre hacia una mejor vida de la que puedas tener ahora, un abrazo!.

Atte. Prof. Miguel Orellana.

P.D: Pronto se estará anunciando la portada del "Volumen V". 
Gracias a todos por sus lecturas, los abrazo en luz, muchas bendiciones; recuerden, no dejen de creer en ustedes, y en el despertar de su bella conciencia, eso les permitirá dar paso a la siguiente evolución. Namaste. 
¡Tengan feliz vida!