Amaneció de golpe

La mañana de un viernes de septiembre, amanecieron plenas las oficinas de todos los partidos políticos del país, absolutamente todas las delegaciones de partidos de gobierno como las opositoras estaban tomadas por sus partidarios, la razón de tal evento era la de solicitar renuncias automáticas a las toldas bajo la excusa de que cada ciudadano había decidido que las ideologías políticas no eran cónsonas con la actualidad, no hubo mitin ni actividad sospechosa alguna, simplemente fueron depositadas cartas de renuncia en cada delegación, comité y oficina sectorial de cada partido, la idea era entregarla a los representantes de los partidos, pero por ausencia de los mismos se dejaron cartas manuscritas que metieron por ventanas y puertas, en muchos casos fueron renuncias publicas mediante cartas abiertas publicadas en unos cuantos sitios web, cuando estos no se dieron abasto , se utilizaron redes sociales y blogs gratuitos para que cada quien, a su manera, hiciere pública su decisión de suprimir todo compromiso partidista, todos los dirigentes de los partidos se volvieron locos, hubo reuniones clandestinas entre los representantes de todas las toldas políticas, aquella mañana los pruritos ideológicos habían quedado olvidados, lo importante era detener la avalancha de renuncias que los dejarían sin trabajo para el fin de aquel día .

Esa misma mañana hubo consejo de ministros, el presidente en persona quiso saber que sucedía y encontrar la forma de paralizar el evento, además en el caso de los partidos que representaban al oficialismo, estos hicieron quema de franelas, gorras y hasta banderas, sin olvidar los carnet de la patria, el mismo sistema digital se vio colapsado al intentar procesar las renuncias a la ayuda social de todos los afiliados, razón por la cual los administradores del servidor bajaron la página para intentar detener el alud de peticiones de suspensión de servicios. A mediodía el vicepresidente sectorial del trabajo , en rueda de prensa que a su vez fue transmitida en cadena de radio y televisión hizo el anuncio de que los trabajadores que renunciaran al carnet de la patria o a los beneficios que este entregaba quedarían cesados inmediatamente de sus puestos de trabajo sin liquidación ni otorgamiento de beneficio alguno por antigüedad laboral, así mismo los jubilados y pensionados perderían inmediatamente el ingreso que la patria les asignaba por concepto de pensión o ayuda social , en todos los casos quien renunciara a las prebendas estadales seria sospechoso de ser traidor a la patria.

Los representantes de la oposición, al no tener forma de coaccionar a los militantes en rebeldía, pidieron cordura, alegaban que solo la resistencia política podrá hacer que las cosas cambien y si se retiraban las membresías automáticamente le entregarían el país a los oficialistas lo que obviaron fue contar que tienen veinte tantos años en el mismo cuento con idéntico resultado, lanzaron bandos donde prometían bonos de cien dólares por cabeza de familia si mantenían la membresía, el secretario general de la ONU dio una rueda de prensa desde su oficina de Nueva York haciendo patente su preocupación por la situación venezolana, tal anomalía podría desbalancear el delicado equilibrio político del continente pues esos actos podrían verse reflejados en otros países. Horas más tarde, el presidente en persona, durante una maratónica sesión de cadena de radio y tv, fustigó a todos los ciudadanos que abandonaron las filas de los partidos de gobierno asegurando que eran traidores a la patria de los libertadores, con toda la fuerza de sus pulmones dio (al aire) órdenes terminantes de detener a todos los cabecillas de la operación , esa misma noche, millones de ciudadanos se presentaron en los distintos cuarteles de los cuerpos de seguridad, aunque ninguno pertenecía a la directiva de partido, facción o movimiento alguno decidieron entregarse porque según el presidente eran traidores, cuando en realidad se sentían liberados de la carga de la política que tanto daño había hecho al país, los mismos policías y militares al verse sobrepasados decidieron suspender los interrogatorios , liberando a los detenidos y solicitando a los millones que esperaban que por favor se retirasen a sus casas so pena de ser arrestados, los ciudadanos al verse agredidos por la amenaza de oficiales que cumplían las ordenes de su general, decidieron sentarse en el piso sin mover un dedo, nada más en la capital , en cada comisaria, puesto de comando, alcabala, cuartel o fuerte militar estaban rodeados por ciudadanos silenciosos que, sentados en donde pudieran y de cualquier manera conversaban en voz baja, donde habían menos estos ocupaban ocho calles a la redonda, llenando aceras y asfalto con sus cuerpos, en el sitio donde más personas llegaron se cubrieron cuatro kilómetros de calles y aceras con gentes en protesta silenciosa, eso fue en las puertas del palacio de gobierno donde ocupaban desde el mismo portón hasta el centro Simón Bolívar (Parque central) , así mismo estaba cuan graderías las escaleras del Calvario, las avenidas estaban abarrotadas , la plaza Bolívar y hasta las entradas de los mil ministerios y vicepresidencias que circundan el área, los generales estaba alarmados pues se supone que son zonas de seguridad estratégica, sin embargo los soldados y oficiales medios y de bajo rango se negaban a acatar las órdenes de desalojo, misma actitud reinaba en toda la república desde la capital hasta las fronteras, los llanos , hasta las más apartadas poblaciones donde hubiesen destacamentos militares .

Las fuerzas de choque abandonaron sus armas en los cuarteles del partido, los milicianos que quisieron hacer valer su uniforme como representantes de la revolución fueron apaleados y desnudados como escarnio , la policía y los cuerpos de seguridad no tuvieron más opción que recoger a los millones de milicianos que asustados buscaron refugio en estos espacios, los que no llegaron a ponerse a resguardo tuvieron que pasar por el escarnio de quemar sus uniformes en la pira publica para evitar ser linchados, misma suerte tuvieron los representantes visibles de eso que llaman inteligencia social, los vigilantes civiles que llevan las cuentas de cuanto opositor vive en su cuadra para dar aviso a las autoridades, fueron expulsados de sus casas y enviados a los cuarteles militares.

El fin de semana fue de angustia para todos los factores políticos , la mañana del sábado los milicianos, que estaban a resguardo en los cuarteles, abandonaron sus uniformes en las calles de manera voluntaria, a pesar de las amenazas por parte de sus superiores que comenzaron por la eliminación de los sueldos, las cajas de comida y los bonos en metálico , igual fueron abandonando todos los elementos que los identificaban, desde uniformes hasta los carnets que tanto atesoraban , en medio de la estampida, un general ordenó arresto para todos y ellos sin chistar se entregaron, los pocos que aún quedaban como efectivos, al ver la injusta manera en la que eran tratados los que hasta hace poco formaban parte de sus filas, se hicieron solidarios y en un acto inesperado los imitaron con la variante de no esperar que fuesen llamados, ellos mismo entraron por su propio pie a formar parte de la masa arrestada, tal evento se corrió de manera alarmante por las redes sociales hasta volverse titular de los medios de comunicación más importantes del mundo, la mañana del domingo internet era una maraña de noticias sobre la protesta política más grande de la historia contemporánea, veinte millones de venezolanos habían abandonado sus toldas políticas , lo más grave según las agencias de noticias era que casi la totalidad de los empleados públicos había sido despedidos en cadena nacional en la mañana del lunes por el ministro en persona y reiterada por el presidente quien además declaró que quienes renunciaran al carnet de la patria serian perseguidos por traidores.

El resto del texto lo encuentran en mi nuevo blog Letras y Pixeles